Sergio Llull celebra la victoria sobre Rusia. | Reuters

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La selección española de baloncesto ha alcanzado la final de los Juegos Olímpicos de Londres tras superar (67-59) este viernes a Rusia en semifinales, lo cual supone la tercera presencia de España en una final olímpica de baloncesto, tras las alcanzadas en Los Angeles '84 y Pekín 2008.

El combinado de Sergio Scariolo tuvo que apretar los dientes en la segunda mitad de su duelo ante los rusos para remontar un partido que se puso muy cuesta arriba. Sin embargo, con una gran reacción tras el descanso España pudo hacerse con el tercer billete de su historia para disputar la gran final olímpica.

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En las dos disputas por el oro España chocó con Estados Unidos y, en esta tercera, el combinado norteamericano se perfila de nuevo como rival -salvo machada de Argentina en la segunda semifinal de Londres-. La histórica plata en Los Angeles conquistada por los Corbalán, Iturriaga y Epi, tras caer ante el mítico 'Dream Team' de Michael Jordan, tuvo su continuidad 24 años después en Pekín.

En la anterior edición de los Juegos, celebrados en la capital china, el combinado de Scariolo disputó uno de los mejores partidos de baloncesto que se recuerdan en la historia olímpica de este deporte, poniendo contra las cuerdas a la todopoderosa Estados Unidos. Ahora, ante Argentina o de nuevo el combinado yanqui, España ya tiene asegurada al menos la plata en una nueva final.
Además, la generación de los Gasol, Navarro y Reyes tiene en su mano seguir haciendo historia y de paso engrosar un palmarés repleto de éxitos en los último años. Y es que, la actual plata olímpica llega con su reciente título de campeón de Europa en 2011, que se le suma al alcanzado en 2009.

Con todo esto, España ya tiene en su mano una nueva medalla, que cuanto menos sería la tercera plata olímpica. Aunque sin duda, la constancia y regularidad de los de Scariolo les ha llevado a volver a alcanzar una final cuatro años después. Ahora, España tiene una oportunidad de revancha y resarcirse en la tercera final que conoce el baloncesto español en unos Juegos, con motivos para soñar con el primer oro.