Rudy y Marta Fernández, ayer en los estudios de IB3 Ràdio. | S. Amengual

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Rudy Fernández ya está en Palma. Después de una complicada campaña en la que no ha tenido demasiado protagonismo, el escolta mallorquín de los Portland Trail Blazers pretende pasar página y olvidar durante unos meses la NBA para disfrutar del verano mallorquín. Acompañado de su hermana Marta, que la temporada que viene regresará al Ros Casares, el internacional español visitó anoche los estudios de IB3 Ràdio para participar en el programa A contracop, en el que repasó su segunda experiencia en la mejor liga de baloncesto del planeta.
Rudy señaló que desconoce aún dónde estará el curso que viene, pero dejó entrever que todo está a expensas de lo que decida la franquicia de Oregón. «Ahora mismo mi futuro depende del contrato que tengo en Portland. No tengo ni voz ni voto para decidir nada al respecto», apuntó durante la entrevista. «No entiendo por qué, pero cada verano me toca vivir el mismo culebrón», añadía.
Deseado
El jugador de los Blazers, que ha aparecido en casi todas las grandes quinielas del mercado español, insistió una y otra vez en que nadie se ha dirigido a él para plantearle una oferta. Primero se habló de una posible propuesta de Florentino Pérez para enderezar el rumbo de la sección de básket del club blanco y recientemente se le ha relacionado con la candidatura de Sandro Rossell a la presidencia del Barcelona, que al parecer podría ofrecerle una cantidad astronómica para las tres próximas temporadas. Rudy, sin embargo, recuerda que se conforma con disponer de muchos minutos sobre la pista para volver a pasárselo en grande. «Últimamente me siento desaprovechado y aunque he oído rumores de todo tipo sobre el Madrid o el Barcelona, nadie ha venido a hablar conmigo. Yo lo único que quiero es jugar», repetía el mallorquín.