José Antonio García, Tato, en su primer entrenamiento con el Atlético Baleares. | Pere Bota

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José Antonio García Escudero, ‘Tato’, lleva siete partidos al frente del Atlético Baleares. Cogió al equipo cuando éste estaba a tres puntos de la salvación y llegó a estar a cinco tras las dos primeras derrotas de su etapa ante Castellón y Amorebieta. En estos casi dos meses, de los 21 puntos en juego, el ATB ha logrado 9, unos guarismos discretos, pero que se ven endulzados porque siete de ellos se han logrado en los últimos tres encuentros y han permitido al equipo salir de la zona de descenso, aunque empatado a puntos con La Nucía y el Real Unión, que abren la zona roja de la tabla. ¿Se podría hablar entonces de que el ‘efecto Tato’ está dando sus frutos? El entrenador lo tiene claro: «No creo en el ‘efecto Tato’ ni en ninguno otro. Creo en el trabajo de cada día y aún nos queda mucho por hacer, aunque sufriremos hasta el final».

El expreparador del Santanyí piensa que el equipo podría llevar algún punto más. «La derrota contra el Amorebieta fue un castigo duro y en Alicante nos pitaron un penalti surrealista cuando íbamos por delante en el marcador». Respecto a su primer triunfo, el logrado en el descuento contra el filial de Osasuna, Tato lo tiene claro. «No fue un triunfo de suerte sino de fe».

El técnico está basando la recuperación del equipo en un aspecto fundamental. «Hemos mejorado mucho en defensa y a partir de ahí el equipo ha ganado confianza y soltura en ataque, aunque aún tenemos que mejorar».

En el mercado invernal se fueron varios jugadores y el club trajo a media docena de incorporaciones. Algunos de ellos como Marc Baró o Dani Nieto están dando un gran rendimiento. Sin embargo, es en la zona del centro de campo donde parece que ‘Tato’ ha tenido más problemas en encontrar a los jugadores adecuados para contener y crear. «No ha sido problema de jugadores, ha sido cuestión de sancionados y lesionados. Cuando llegué ya me encontré la plantilla hecha y creo que los jugadores que tengo son los idóneos para levantar esta situación».

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René Román fue el portero en el que confió Tato en la dos primeras jornadas, pero tras terminar ambos encuentros con derrota, dio la titularidad a Lucas Díaz en Soria. «Cada partido requiere de un tipo de jugador concreto y en la portería no es una excepción. Esa es la única explicación a mi decisión en la portería».

El inicio de la andadura no fue el esperado, pero él no ha perdido las ganas ni la ilusión en ningún momento. «No tengo una varita mágica para que el equipo cambie de la noche a a mañana. Es un trabajo que requiere tiempo y los resultados se están empezando a ver, pero repito que nuestra situación aún es muy complicada, vamos a sufrir hasta la última jornada y el objetivo aún está lejos de conseguirse. El trabajo que estamos realizando saldrá a relucir».

Faltan ocho jornadas para que finalice el campeonato. Los cinco últimos equipos bajarán de forma directa a 2ª RFEF. Cuatro de estos choques se disputarán en el Estadi Balear, el primero de ellos este domingo frente al Alcoyano, un rival con cuatro puntos más de ventaja que los ‘balearicos’ y que en caso de derrota se metería de lleno en la lucha por el descenso. Y la siguiente salida será a Murcia, para enfrentarse a un conjunto que está luchando por meterse en la fase de ascenso a la Liga Adelante.

Tato se quiere centrar sólo en el próximo encuentro frente al conjunto valenciano. Ni una victoria ni una derrota serían definitivas, pero el partido servirá para medir la mejoría del equipo, cuyas únicas victorias con el cuarto entrenador del curso han sido en casa.

Cuando el club decidió que Tato se hiciera cargo del Atlético Baleares, estaba dirigiendo al Santanyí, filial del club blanquiazul. Tras su marcha, el Santanyí, que estaba coqueteando con el liderato, sólo ha conocido la victoria en uno de los últimos siete encuentros disputados. «Sigo al equipo por el cariño que le tengo y estoy seguro que se clasificará para los play offs de ascenso. No creo que la situación actual se deba a mi marcha. Los cambios nunca son fáciles».