Dioni, la referencia del ataque del Atlético Baleares, conduciendo el balón. | Redacción Deportes

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Hoy es 6 de noviembre, se han disputado sólo diez jornadas de las 38 del calendario del Primera RFEF, pero para el Atlético Baleares ya es una final. Demasiado pronto, sin duda, y además se trata de un encuentro clave con la presión de que el equipo está situado en el penúltimo puesto de la clasificación.
El rival de este mediodía en el Estadi Balear es el Numancia, un histórico del fútbol español, que llegó a competir en varias temporadas en Primera División, convirtiéndose en equipo ascensor a finales del siglo pasado y principios de éste.

El conjunto soriano se encuentra enclavado en la mitad de la tabla (11º con 13 puntos) y si sale derrotado el ATB se colocaría con los mismos puntos y los blanquiazules lograrían, sobre todo, una importante inyección para su maltrecha moral.

El conjunto de Jordi Roger viene de caer derrotado en la última jornada en San Sebastián ante la Real Sociedad B en un encuentro en el que, sobre todo en la segunda parte, el conjunto blanquiazul ofreció una pobre imagen. Un resultado y una imagen decepcionantes sobre todo porque en la anterior jornada había dado buena cuenta en el Estadi Balear del Eldense.

El ATB llega al partido con la recuperación de dos piezas importantes en el centro del campo. Cordero, que vuelve a la convocatoria tras causar baja la jornada pasada debido a unas molestias, y Lucas de Vega, que regresa tras estar cinco semanas de baja por lesión. Con quien todavía no podrá contar el técnico balearico es con David Navarro y Jesús Álvaro que continúan con su recuperación. El equipo se encuentra dolido tras la última derrota y Roger dijo en rueda de prensa: «Ojalá hubiéramos jugado el lunes, teníamos ganar de volver a jugar. Pero bueno, el domingo ya está aquí y con ganas de hacer un buen partido y volver a sumar puntos, que son necesarios».

Por su parte, el entrenador visitante, Diego Martínez, analizó la situación del equipo, que en los dos últimos encuentros empató en su casa frente al filial del Athletic y cayó derrotado hace dos semanas por la mínima en su desplazamiento a Tarragona, explicó: «Últimamente hemos generado más ocasiones de gol, pero hay que materializarlas. A los jugadores y a los delanteros hay que seguir dándoles confianza y seguir trabajando». Para el preparador numantino, «nuestro deber es generar muchas ocasiones y que nos generen pocas. Este juego es así de impredecible. Cada partido es una final. La igualdad es máxima».

Respecto al Baleares, el preparador rojillo analizó: «Se trata de un equipo muy completo, cuenta con una plantilla muy buena, con jugadores con buenas trayectorias profesionales». Martínez elucubró sobre cómo podría transcurrir esta mañana el choque. «Los dos equipos intentaremos imponer nuestro juego y tener el balón», destacó el técnico rojillo, que consideró clave «que no aparezcan sus jugadores más importantes». Un derrota de los de Roger significaría la posibilidad de que los blanquiazules cayeran hasta el último puesto de la tabla y la continuidad de Roger se pondría aún más en entredicho.