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Las alertas en algunas Comunidades Autónomas por las altas temperaturas ponen en aviso a la población sobre la necesidad de que se protejan a la sombra y se hidraten con frecuencia. Pues, en muchos lugares de España ya se están superando los 35ºC. Este exceso de calor causa problemas para dormir, pero también puede aumentar la ansiedad.

Las personas que suelen ver incrementada su ansiedad debido a las altas temperaturas o las olas de calor son aquellas que han sido diagnosticadas en algún momento con un trastorno de ansiedad. Esto no es una casualidad, sino que la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP) explica de forma clara cuál es la razón por la que el calor puede tener este impacto en la salud mental.

Uno de los motivos por los que el calor puede favorecer a que se manifiesten más episodios de ansiedad es por la hiperactivación metabólica. Esto quiere decir que el cuerpo hace un gran esfuerzo por mantener la temperatura interior del cuerpo acorde con la que hay en el exterior.

Desde la ASEPP aseguran que esta hiperactivación tiene un impacto en el cerebro, pues lo activa. Esto genera síntomas de nerviosismo y agitación que impiden poder conciliar el sueño. Por lo tanto, las personas que ya han tenido ansiedad o que la sufren con frecuencia, corren el riesgo de que esta aumente cuando las temperaturas alcanzan unos picos bastante altos.

El vicepresidente de la ASEPP, José Antonio López Rodríguez, no ha querido pasar por alto la relación que existe entre la ansiedad y la falta de sueño. Ambas se complementan, según dice, y se potencian. Por lo tanto, conviene que esto no vaya a más para poder controlar, en la medida en la que se pueda, los ataques de ansiedad que puedan surgir debido al calor.

Además, llama a la calma si en los primeros días en los que llega una ola de calor o las altas temperaturas se notan con mayor fuerza existen más problemas para dormir bien. La preocupación por no poder descansar solo generará una mayor activación que continúe retroalimentando esa dificultad para conciliar el sueño.

José Antonio López Rodríguez nos dice que sí, ya que es un síndrome adaptativo. A medida que el cuerpo se acostumbra y aprende a regularse, será más difícil que la ansiedad continúe estando presente durante el mes de agosto, por ejemplo. Esta ansiedad suele aparecer en la primera ola de calor o cuando las temperaturas suben.

En el caso de que la ansiedad siga estando ahí y de que, aunque lleguen temperaturas más frías, no desaparezca, entonces es el momento de buscar ayuda profesional. Pues, es muy probable que no estemos ante un episodio de incremento de la ansiedad por el calor, sino ante un trastorno de ansiedad que conviene tratar lo antes posible.