Uno de los primeros automóviles que circularon en las Islas, en este caso en Menorca. | Ultima Hora

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Hoy en día miles de ellos recorren Mallorca a diario en un afanoso y cotidiano ir y venir. Pero la trayectoria de los coches en Baleares es relativamente corta. ¿Qué son 126 años en el transcurrir colectivo de una sociedad profundamente enraizada? Echemos atrás la mirada exactamente ese tiempo. Hace poco se ha cumplido el aniversario de una efeméride destacada de la historia de Baleares. Este es el relato de la llegada del primer automóvil a la Isla.

Era un jueves aparentemente normal, sin embargo algo cambió en Mallorca para siempre. La llegada de un artefacto extraño y exótico captó la atención de algunas miradas avezadas en el Puerto de Palma. Corría el mes de abril del año 1897, y el mundo mutaba alrededor. Cuba y Puerto Rico obtenían su autonomía, y en Filipinas un tal Fernando Primo de Rivera sentaba las bases con los capitostes locales para disolver la insurrección. De momento.

Probablemente ajenos a esos acontecimientos, los mallorquines de la época quedarían impactados al leer en La Última Hora, diario decano de Baleares y germen de la actual cabecera Ultima Hora, la llegada de un singular vehículo. Ni tan siquiera le llamaron coche; la designación elegida por el redactor fue «carruaje automóvil».

La comunidad de Facebook Vehicles Antics de Mallorca i Altres ha elaborado un vídeo que difunde la historia del primer automóvil que pisó Mallorca. Quizás uno de los principales hallazgos del documento es la portada histórica que el periódico mallorquín dedicó al envío, que a la postre se convertiría en pionero.

Los conocedores más expertos de los precedentes históricos del motor en Mallorca ya tendrán en mente de forma más o menos exacta la sucesión de hechos. Según informó puntualmente aquella tarde La Última Hora, «esta mañana se ha desembarcado del vapor Isleño un carruaje automóvil, que trajo de Marsella para los herederos de Vicente Juan. De manera que pronto veremos circular por nuestras calles esta nueva clase de vehículos». Y tanto que los vimos circular. Y más que los veremos este verano, que se prevé que sea de récord en cuanto a afluencia de visitantes a las Islas.

El vaticinio del rotativo en forma de escueta nota resulta estimulante con los lentes modernos. También lo es el periplo que experimentó aquel artilugio con ruedas que, para sorpresa de los mallorquines de a pie de finales del siglo XIX, funcionaba aparentemente solo en mitad de explosiones y estruendos propios de los incipientes motores a petróleo. Y eso que apenas alcanzaba una punta de 20 kilómetros por hora, lo mismo que los actuales patinetes eléctricos sin ‘tunear’.

Cuentan que las autoridades aduaneras de Palma, al tenerlo enfrente, no supieron calificarlo de forma adecuada a efecto del pago de aranceles, y lo catalogaron como «carruaje de lujo». Al parecer, el primer coche de Mallorca fue trasladado a una de las possessions que ostentaba la familia del potentado empresario textil. Uno de los mecánicos de Can Ribas lo encendió, y el resultado era de esperar: cundieron el pavor y el temor a la máquina moderna entre los labriegos y trabajadores de las tierras.

Eso de moverse solo parecía indiscutiblemente influjo del maligno y tocaba lo propio: espantarse y correr. Pero otros quedaron prendados por las posibilidades de ese nuevo medio motorizado de transporte. El propio Vicente Juan lo conoció embelesado en una exposición en París, y no dudó en encargar uno al fabricante por algo más de 4.000 francos de la época.

El empresario adquirió otros vehículos tras aquel primero; de hecho se recuerda que tuvo un percance cuando un triciclo Dion Bouton se encajó en un raíl del tranvía sufriendo un vuelco. El coche lo conservan los herederos de Vicente Juan Ribas en perfecto estado, según ha afirmado Luis Moranta. El conocedor a fondo de los entresijos de los motores en Mallorca agrega que el primer coche que circuló por Mallorca es un Mercedes Victoria adaptado por Emile Roger en la capital francesa.