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El ritmo vertiginoso de los tiempos modernos a veces impide fijarse en la justa medida en aquello que nos rodea. Si lo hiciéramos más a menudo descubriríamos verdaderas joyas, como es por ejemplo el Camí dels Reis, uno de esos grandes desconocidos a pesar de tenerlos bien a mano. Este antiguo camino de Palma, hoy asfaltado como carretera en la práctica totalidad de su recorrido de unos doce kilómetros de longitud, une la parte vieja de la Indioteria con Gènova, y una vez llegó hasta Bendinat. Su importancia pervive en la actualidad, aunque tal vez su momento culmen ya pasara a mejor vida, cuando esta era una de las principales vías utilizadas por los mallorquines en distintas etapas de la historia y bajo diversas dominaciones. Hoy nos adentramos en el Camí dels Reis, y paso a paso desempolvamos a través de él la rica historia de Mallorca.

Distintos autores han investigado y teorizado sobre este importante camino mallorquín. Entre ellos destaca la aportación del filólogo Gabriel Bibiloni en su obra titulada Els carrers de Palma, o la del geógrafo Miquel Àngel Escanelles en Bendinat. En distintos pasajes de los estudiosos baleares encontramos vestigios de un viejo camino, quizás ancestral, modernizado y urbanizado hasta el punto de coincidir en su trazado con una circunvalación parcial de la capital balear por la que cada día transitan miles de ciudadanos en su cotidiano quehacer.

El Camí dels Reis conecta los barrios periféricos del Ponent de Palma con los principales polígonos industriales, el hospital balear de referencia de las Islas y algunas clínicas privadas muy concurridas, o la popularmente conocida como zona colegios, todo ello de forma más o menos paralela a la Vía de Cintura.

PALMA. CIRCULACION. BARRIOS. Son Rapinya, una ‘ratonera’ por los atascos escolares. El barrio pide que los centros utilicen el transporte colectivo para evitar más coches.MAS FOTOS EN LA CARPETA DEL 12-04-2022

Su nomenclatura puede remitir a la Conquesta de Mallorca, y sin embargo se trata de una senda que probablemente conectó la costa de Calvià con el Castell d’Alaró y los pastos de la Serra de Tramuntana, rodeando la ciudad dominante en la bahía, mucho antes de que la Casa de Barcelona se planteara tal empresa. Lamentablemente hoy solo conocemos este tramo, que remite a un paso importante en distintas fases históricas del devenir de Mallorca.

Nuestro Camí dels Reis es bautizado en nuestros días con otros nombres distintos, más técnicos y menos lustrosos, tal vez. Entre la salida 9 de la Ma-20 y la salida 6 de la Ma-1 recibe el nombre de Ma-1044, arrancando en Sant Agustí. Un ramal baja de la Teulera hasta la actual barriada palmesana de Son Armadans, donde va a morir en la plaza del Pont. Antaño ejerció como un importante corredor de la serra de na Burguesa a Portals Nous, y según el Atles de la Gran Enciclopèdia de Mallorca coordinado por Miquel Dolç i Dolç, subía por el Torrent de s'Hostalet hacia Bendinat, quedando el mar a su derecha hacia el Coll de la Barrera y hasta Gènova. Toda la parte de camino hasta Son Batle, entre Gènova y Sant Agustí, yace enterrado bajo el asfalto de la autopista, y sólo sobrevive a partir del Golf de Bendinat como un arcén de trazado y fisonomía remozados.

En el punto de Son Batle se retoma la trayectoria tradicional del antiguo camino, conservando su aspecto aunque ahora algo más ancho. De Gènova se dirige hacia Son Rapinya en paralelo a la Vía de Cintura. Franquea este barrio por el sur, igual que la Vileta, y prosigue por Son Moix y la Real hasta ‘desembocar’ en la Indioteria, una de las principales zonas agrícolas ya desde tiempos de la Mallorca islámica. Coincide con la intersección del camí vell de Bunyola y el Torrent Gros, y en todo su trazado encontramos numerosos campos y explotaciones agrarias, el verdadero sustento de este camino que transita por un paisaje cuya esencia no ha variado tanto en los últimos siglos.

PALMA - SON PUIGDORFILA SE DESCARTO COMO SEDE DEL NUEVO HOSPITAL POR SUS RESTOS CATALOGADOS.

Terrenos de Son Puigdorfila divididos por el Camí dels Reis. Foto: M.À. Cañellas

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Se ha dicho aquí mismo que el Camí dels Reis no tiene que ver con la Corona catalanoaragonesa y eso no es del todo cierto. No fueron pioneras abriéndolo, y sin embargo las tropas del rei en Jaume aprovecharon esta gran ‘avenida’ de trashumancia para abrirse paso desde su llegada a la costa calvianera de Santa Ponça hasta dar con los muros de Ciutat. ¿Cómo lo hicieron?

Los historiadores han establecido que Jaume I utilizó el Camí dels Reis por primera vez pocas fechas después de que la armada desembarcara en el suroeste de la Isla. Las primeras escaramuzas y batallas se dieron en el actual término municipal de Calvià. En una alquería musulmana coincidente con los terrenos del actual Magaluf el rei en Jaume se aprovisionó de viandas y recursos, poco antes de librarse una de las primeras batallas en campo abierto contra las tropas sarracenas.

Tras vencerlos los ejércitos catalanes y en menor medida aragoneses se encaramaron a Bendinat, y desde allí se adentraron en el Camí dels Reis. Gracias a él en relativamente poco tiempo lograron alcanzar las proximidades de la ciudad. Cuentan que Jaume I mandó acampar en la Real, donde tiempo después se edificaría un monasterio, también a orillas del emblemático camino palmesano y no muy lejos del fundamental curso de agua de la Font de la Vila, un recurso estratégico y más en tiempos de guerra.

Desde allí el monarca dirigió el asedio de Palma, la plaza que le garantizaría su éxito en la Conquesta de Mallorca. No obstante, sorprende comprobar cómo los arqueólogos no han hallado ni rastro del campamento cuadribarrado en sus inmediaciones, y en cambio sí han descubierto los vestigios de un gran Castrum. El campamento romano de Son Espases, también alzado junto al Camí dels Reis, fue con toda probabilidad el epicentro de la conquista romana de Mallorca más de mil años antes (123 a.C.) que los hechos narrados en este artículo.

PALMA - ARQUEOLOGIA - EL CAMPAMENTO ROMANO DE SON ESPASES INAUGURA SEÃ'ALIZACION.
Excavación del campamento romano de Son Espases, en Palma. Foto: M.À.Cañellas

Para terminar, vale la pena rescatar una mención del historiador y colaborador de Ultima Hora Gaspar Valero en su libro Històries, curiositats i tradicions de Mallorca. Allí se hace eco de una obra de José Vargas Ponce, quien en el año 1787 publicó en un «clàssic estil de viatger il·lustrat» una descripción de las Islas, de sus aspectos económicos y geográficos, con una reflexión muy clarificadora sobre los caminos. Valero la califica como «contundente». Juzguen ustedes mismos.

«Sin que le sirvan de obstáculo las distancias, aun cuando sean como son las mas de los mas horrorosos caminos de España; (...) no se puede ponderar bastantemente el abandono de Mallorca, y el que llaman camino, y que conduce desde Alfabia que es una bella quinta que média la distancia desde Palma al hermosísimo Valle de Sóller, hasta este sítio deleytoso es una cadena de precipicios intratables. El tránsito desde la misma capital hasta los montes de Galatzó presenta al infeliz pasajero la muerte a cada paso, sin tener uno seguro, ya entre las montañas rudísimas, ya siguiendo la misma madre de la Riera preñada de derrumbaderos y peñascos. Permítase este desahogo –sentencia Vargas Ponce– al que está enseñado a usar de estos términos, como una respiración, por lo que padeció en tan molestas jornadas». Fue precisamente en ese mundo trufado de despeñaderos traicioneros y caminos impracticables donde el Camí dels Reis se erigió como un oasis en mitad del desierto.