El Flammkuchen comenzó como una forma práctica de probar la temperatura de los hornos de leña antes de hornear el pan.

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Hace unos días estuvimos en Calvià Beach House en Palmanova con una amiga y el dueño nos ofreció Flambkuchen, un sabroso snack al que en broma llamamos ‘Pizza Alemana’. Luego recibimos una lección de lo que realmente es. El Flammkuchen, conocido también como tarte flambée en francés, es un plato tradicional del noreste de Francia y del sur de Alemania, particularmente de las regiones de Alsacia, Baden y Palatinado. Su nombre, que se traduce literalmente como ‘pastel flameado’, hace referencia a su método de cocción, pues originalmente se cocinaba en los rescoldos de los hornos de leña, aprovechando el calor intenso justo después de encender el fuego.

El Flammkuchen comenzó como una forma práctica de probar la temperatura de los hornos de leña antes de hornear el pan. La base fina y crujiente permitía a los panaderos juzgar si el horno estaba listo para su carga principal de pan. Si el Flammkuchen se cocinaba en un par de minutos y quedaba crujiente y dorado, el horno estaba en el punto justo.

Aunque la receta tradicional de Flammkuchen es bastante simple –una base de masa delgada cubierta con crème fraîche, cebollas y trozos de tocino– existen numerosas variantes. Por ejemplo, en la versión gratinada se agrega queso, mientras que la versión dulce puede llevar manzanas, azúcar y canela. En la actualidad, hay variaciones que incluyen ingredientes como salmón ahumado, diferentes tipos de queso, hierbas frescas, y vegetales.

Ingredientes: 250 g de harina; 5 g de sal; 120 ml de agua; 2 cucharadas de aceite de oliva; 200 g de crème fraîche o nata agria; 1 cebolla grande, finamente rebanada; 100 g de lardones o tocino ahumado, cortado en cubos pequeños; sal, pimienta y nuez moscada (opcional). Preparación: En un tazón grande, mezcla la harina y la sal. Añade el agua y el aceite, mezclando hasta formar una masa suave. Amasa durante unos minutos hasta que sea elástica. Deja reposar 20 minutos. Mientras, sofríe ligeramente los lardones o el tocino en una sartén hasta que estén dorados. Escúrrelos y aparte. En la misma sartén, agrega un poco de aceite si es necesario y sofríe las cebollas. Precalienta el horno a 250°C (480°F). Divide la masa en dos o cuatro partes. Estira cada pieza en una superficie ligeramente enharinada hasta que quede muy fina, casi transparente. Coloca las bases de masa en bandejas para hornear. Unta una capa uniforme de crème fraîche sobre cada base, dejando un pequeño borde alrededor. Distribuye las cebollas y el tocino sobre la crème fraîche. Sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Hornea cada Flammkuchen durante 10-12 minutos o hasta que los bordes estén dorados. Sirve cortado en cuadrados o tiras.