La semana pasada compartí mis impresiones sobre el vino caliente y hoy voy a explorar otro de mis placeres navideños favoritos: las vanillekipferl. Estas deliciosas galletas en forma de medialuna son un clásico de la repostería austrohúngara y se disfrutan especialmente durante los meses de diciembre y enero. Su historia se remonta a la época del Imperio Austrohúngaro, donde estas galletas con forma de medialuna surgieron como un símbolo de victoria sobre el Imperio Otomano en el siglo XVII. Con el tiempo, este dulce se esparció por Europa, especialmente en países como Austria, Alemania, Hungría, República Checa y Croacia. Hoy en día son un símbolo de tradición y fiesta y se comparten con cariño en reuniones familiares y mercados navideños.
Las vanillekipferl son perfectas para acompañar un café o un té caliente por su delicada textura y su sabor a vainilla y almendras. Una delicia irresistible y sencilla, con una elegante presentación que hace que sean ideales para regalar y compartir en fiestas. Disfrutar de estas galletas es sumergirse en una tradición que ha traspasado fronteras y generaciones, uniendo a las personas en la alegría de la repostería y la celebración. En Mallorca, se pueden comprar las vanillekipferl en algunos mercados navideños o en las tiendas Müller.
Para hacerlas en casa, estos son los pasos. Ingredientes: 210 g de harina, 70 g de azúcar, 140 g de mantequilla fría cortada en cubos, 100 g de almendras molidas, 1 yema de huevo, 1 cucharadita de extracto de vainilla, una pizca de sal, azúcar glas para espolvorear y 2 cucharaditas de azúcar de vainilla para espolvorear. Elaboración: Para la masa mezclar en un tazón grande la harina y el azúcar. Añadir la mantequilla, las almendras molidas, la yema de huevo, el extracto de vainilla y una pizca de sal. Amasar con las dos manos o con una batidora hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Cubrir la masa con papel film y refrigerarla durante al menos 1 hora. Precalentar el horno a 175°C. Dividir la masa en pequeñas porciones, aproximadamente del tamaño de una nuez. Rodar cada porción con las manos para formar cilindros delgados y luego doblar cada cilindro para formar una medialuna. Colocar las galletas en una bandeja forrada con papel vegetal y hornear durante 10-12 minutos o hasta que estén ligeramente doradas. Es importante no cocinarlas demasiado para que conserven su textura característica. Mientras las galletas estén calientes, mezclar el azúcar glas con el de vainilla y espolvoréalo generosamente. Dejar que se enfríen en una rejilla y consumir.
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