La próxima semana, Mariano presentará su nueva Wagyu Teriyaki burger. | Julián Aguirre

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Como cada mañana, desde primera hora, Mariano González (Argentina 1972) prepara todo lo necesario para abrir su pequeña hamburguesería instalada en un atractivo food truck, ubicado en el parking de Brico Depôt, en Palma. Un rostro conocido para su fiel clientela, pero nadie sabe que ese hombre, de casi dos metros y gran envergadura, desbordante de simpatía, es un gran artista que acaba de triunfar con sus obras en Miami y Japón.

Mano, como le llaman sus amigos, oculta su anonimato tras el seudónimo #chefburger, y el valor de sus cuadros de estilo pop art se ha triplicado en tan solo un año. «Siempre me ha gustado pintar y sobre todo la publicidad. De joven tuve una empresa de marketing service en Argentina desde la que realizábamos campañas de prensa, radio y para televisión, trabajando para grandes marcas. Actividad que continué en la Isla a mi llegada, pero en 2016 puse en marcha Streetburger. Durante el confinamiento, junto a mi mujer Ángeles y mi hijo Juan, nos centramos en ampliar la carta de hamburguesas hasta crear 17 diferentes, a cual más original, y por supuesto sabrosas».

Su amistad, desde hace años, con el artista mallorquín Domingo Zapata le animó a coger los pinceles y plasmar sobre el lienzo los dibujos que hacía en el ordenador. «Las cosas no surgen porque sí. Hay un proceso, y bueno, comencé a pintar tres cuadros y al ver el rostro de la gente cuando los observaba, me emocionaba». El pasado mes de diciembre, Zapata se llevó un lienzo de #chefburger y le invitó a asistir a Art Basel, en Miami. Allí lo expuso y tuvo una extraordinaria aceptación, interesándose grandes clientes por esa obra. «Domingo, además de mi buen amigo, es mi mentor. Claro que en algunas de mis obras hay cierta influencia de sus cuadros pero es que Domingo ha creado escuela en todo el mundo. Aunque en mis obras intento expresar la inconformidad del sistema y una explosión de colores», sonríe.

n Tokio, junto a jóvenes con trajes de personajes de la cultura tradicional y de ficción nipona.

Hace unos días, Mano regresó de Tokio (Japón) donde asistió a la Art Fair Tokyo, la feria de arte más grande de Japón y la más antigua de Asia, exponiendo algunas obras que rápidamente fueron adquiridas. «La verdad es que ha sido un viaje muy intenso donde además pudimos realizar, junto a Domingo, algunas pinturas y empaparnos de la cultura nipona, especialmente de la gastronomía, una pasión que compartimos cada vez que nos juntamos». Entre las cientos de ideas que Manu se ha traído de Tokio a Mallorca está la nueva hamburguesa, que presentará la semana que viene en su food truck, cuya terraza con mesas plegables y sillas de plástico está rodeada de obras de arte. Cuadros suyos y otras piezas realizadas con amigos artistas. «Bueno, presentaré la Wagyu Teriyaki burger con setas, salsa reducida con wiski japonés y acompañada de una cerveza Sapporo».

Con el galerista Alexander y Domingo Zapata.

Pero además del arte y la gastronomía, Mano es una persona solidaria y prepara una hamburguesa valorada en 1.000 euros, en la que gran parte de la recaudación irá destinada a una causa benéfica. «Solo puedo adelantar que habrá oro comestible de 18 quilates, caviar, carne de wagyu y otros exquisitos manjares».