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El estrés y la ansiedad han aumentado en los últimos años por distintos factores y suponen un verdadero problema en muchos aspectos de la vida. El hecho de convivir con esta sensación constante de agobio, nerviosismo y malestar provoca un gran impacto negativo en la salud mental y hasta puede acarrear problemas en las relaciones que tenemos con nuestra familia, amigos o en el trabajo. Los síntomas suelen agudizarse al salir del trabajo, cuando o bien nos vienen como tsunami todos los problemas laborales, de los que no conseguimos desconectar y nos conquistan nuestro tiempo personal, o todo lo contrario: desconectamos en el trabajo y al acabar la jornada nos invaden los interrogantes y las inquietudes personales.

En este a veces complicado impás entre acabar el trabajo y empezar nuestro tiempo personal, podemos llevar a cabo una serie de estrategias que nos ayudarán a poner un punto y a parte, tranquilizarnos y mantener la mente un poquito más clara. De todas formas, si la problemática persiste o empeora, recuerda, además, consultar a un especialista para salir del bucle.

1. Hacer deporte

Picture of young attractive fitness girl running with sea on background

Puede que a más de un lector lo que menos le apetezca al salir del trabajo, y más si se sale con estrés o ansiedad, sea ponerse a hacer ejercicio. Sin embargo, cabe tener en cuenta que el deporte es una de las mejores maneras de liberar el estrés acumulado durante el día. Actividades como correr, nadar, practicar yoga o incluso dar un paseo pueden tener un impacto muy positivo en tu bienestar mental. El ejercicio libera endorfinas, las hormonas de la felicidad, que ayudan a mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad. Además, establecer una rutina de ejercicios puede proporcionar una sensación de logro y mejorar el autoestima.

2. Estar en contacto con la naturaleza

Ya sea ir a dar un paseo escuchando un podcast, caminar por el campo, un parque, por el paseo marítimo, al lado del mar o acercarse a la playa puede tener un efecto calmante inmediato, disminuyendo los niveles de cortisol. Multitud de estudios científicos han demostrado que estar en contacto con la naturaleza favorece la relajación y mejora el estado anímico, ayudando a combatir la ansiedad. Además, los entornos naturales ofrecen un escape del bullicio y las demandas de la vida diaria, permitiendo que la mente descanse y se recargue. La luz natural, el aire fresco y los sonidos de la naturaleza también contribuyen a mejorar la calidad del sueño y la salud mental en general, produciendo una sensación de bienestar y tranquilidad que es difícil de encontrar a veces en plena ciudad. Si no dispones de tiempo o de espacios cercanos de este tipo, puedes proponerte como mínimo tomar el sol 15 minutos al día. Y si no dispones de balcón, no hay excusa: puedes tomarte un café o la bebida que más te guste al sol, en la terraza de algún bar (intenta que sea de una atmósfera tranquila y agradable).

3. Contacto social

A veces solo hace falta una buena charla para evadirse y darse cuenta de que los problemas que vemos tan importantes, no son para tanto. Aunque el hecho de tener vida social imponga a algunos, puedes proponerte quedar al menos una vez a la semana con algún amigo. No importa la cantidad de veces que quedes, sino la calidad de las mismas. Y recuerda, aunque os lo paséis bien y te sirva de evasión, también es necesario contar con gente de confianza para contarles aquello que nos preocupa. También puedes apuntarte a una asociación, a clases o a un voluntariado para ampliar el círculo social si lo necesitas.

4. Disfrutar de hobbies y actividades creativas

Dedicarse a hobbies y actividades creativas puede ser una excelente manera de liberar estrés. Ya sea pintar, tocar un instrumento, cocinar, escribir o cualquier otra actividad que disfrutes, invertir tiempo en tus pasatiempos te permite desconectar de las preocupaciones laborales y concentrarte en algo que te apasiona. Estas actividades pueden proporcionar una salida para la expresión personal y mejorar tu estado de ánimo. Por ejemplo te puedes apuntar a hobbies relajantes, como clases de pintura, de cerámica o de yoga.

5. Crear un entorno relajante en casa

Cozy glow illuminates modern winter living room generated by AI

Otra buena idea para combatir el estrés y la ansiedad es convertir tu hogar en un santuario donde puedas relajarte completamente. Dedica tiempo a crear un ambiente relajante con iluminación suave, aromas agradables como velas aromáticas o aceites esenciales, y música tranquila. Establecer una zona de relajación, como una esquina de lectura o un espacio dedicado a actividades tranquilas, puede ser muy beneficioso. Asegúrate de desconectar los dispositivos electrónicos y evitar las distracciones para maximizar el efecto relajante de tu entorno. También puedes aprovechar para darte un baño relajante si estás muy estresado. E incluso, ¿por qué no?, ver una serie desde la bañera y montarte tu propio cine particular.