Los calcetines pueden servir para más cosas que protegernos los pies. | Pexels -Daria Liudnaya-

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Cuando los sofocantes días de verano como sucede estos días se transforman en noches de intenso calor, dormir puede convertirse en una misión casi imposible. Sin embargo, un insólito aliado puede ayudarnos a combatir este bochorno: un calcetín. Este truco, que se ha viralizado recientemente a través de diversas redes sociales, promete convertirse en la solución perfecta para estos meses en los que el calor no da tregua.

La técnica es sorprendentemente simple y económica, y solo requiere un par de calcetines y un congelador. Sí, has leído bien. Se trata de enfriar los calcetines en el congelador antes de ir a la cama, lo que puede ayudar a bajar la temperatura corporal y propiciar un sueño más reparador. Pero, ¿cómo funciona exactamente este truco?

Nuestro cuerpo sigue un ritmo circadiano, es decir, se comporta como un reloj biológico interno de 24 horas que regula nuestros patrones de sueño y vigilia, entre otros procesos. Cuando nos preparamos para dormir, la temperatura de nuestro cuerpo naturalmente disminuye, señalando al cerebro que es hora de relajarse y descansar. Sin embargo, el calor intenso puede interferir con este proceso, lo que dificulta conciliar el sueño. Los pies, al estar lejos del núcleo del cuerpo, son especialmente sensibles a las fluctuaciones de temperatura. Así, cuando se enfrían gracias a los calcetines previamente refrigerados, este cambio se transmite rápidamente al resto del organismo, favoreciendo el descenso de la temperatura corporal y facilitando el inicio de la somnolencia.

Pero, ¿Qué sucede si los calcetines se calientan durante la noche? No hay de qué preocuparse. Una vez que comenzamos a dormir, nuestra temperatura tiende a regularse a sí misma, lo que reduce la importancia del frío en los pies para mantener el sueño. Este sencillo truco, a pesar de parecer una broma, tiene una base científica y puede ser especialmente útil en estas noches cuando el calor parece insoportable. Sin embargo, es importante recordar que, aunque este método puede ayudar, existen otros factores que también influyen en la calidad del sueño, como mantener una rutina regular a la hora de irse a la cama, evitar las pantallas y crear un ambiente propicio para el descanso.