Cuidar el pelo en verano es fundamental para prevenir su rotura y caída. | Pexels - Andrea Piacquadio

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La temporada estival es el momento del año en el que más sufre el cabello. Debido a que la cabeza está expuesta a múltiples agresiones externas, el pelo se deteriora y sufre más de lo normal. El salitre, el cloro y, en especial, la excesiva exposición al sol provocan quemaduras y la deshidratación tanto de la melena como del cuero cabelludo. Para evitar acabar con el pelo más seco, débil, quebradizo y apagado, es muy importante empezar a cuidarlo desde ahora, y así aportar los nutrientes necesarios.

Protegerse ante la exposición a rayos UVA

Cada vez estamos más concienciados sobre la importancia de proteger la piel con protección solar con el fin de prevenir su envejecimiento y la aparición de enfermedades cutáneas. Sin embargo, olvidamos que el cabello necesita el mismo cuidado. La solución pasa por cubrirse la cabeza con un pañuelo o sobrero durante las horas centrales del día o aplicar un buen spray para proteger el pelo del sol. Estos productos están formulados para actuar como protectores térmicos y crean una barrera ante los rayos.

Prevenir la deshidratación

El aumento de las temperaturas provoca la deshidratación de todo el cuerpo, y en especial del pelo. Esta falta de hidratación contribuye a que el cabello se vuelva más fino y débil, y que por lo tanto se rompa más. Parte de esta resecación está causada por la pérdida de líquido a través del sudor. Además, este tapona los poros y dificulta su respiración dañando nuestro cuero cabelludo. Para frenar estos efectos, debemos cuidar habitualmente el cabello con mascarillas, aceites y champús nutritivos. También, hay que tener en cuenta que parte de la hidratación se realiza a través de la ingesta de grandes cantidades de agua.

Prescindir de recogidos

Ante el calor, la mayoría de personas con pelo largo tiende a recogérselo. Este abuso de coletas, moños y similares provoca un exceso de tensión en la raíz del cabello que conlleva a una pérdida de mechones, especialmente en las sienes. Esto recibe el nombre de alopecia por tracción. La clave está en desenredar el cabello antes de peinar para evitar tirones y hacer recogidos más desenfadados, o incluso, prescindir de ellos. Además, es recomendable disminuir el uso de extensiones, lacas, tintes y otros productos dañinos.