Iratxe Pérez te explica en la sección 'Cajón de sastre' de ultimahora.es las claves de este cosmético. | A. López

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El champú sólido se ha popularizado en los últimos meses. Este formato, que no necesita envase de plástico, cada vez gana más adeptos y es que una pastilla equivale a dos botellas tradicionales de champú.

Su principal diferencia con el champú tradicional es que este se deshidrata para dejarlo en forma de pastilla, característica que permite que no tenga conservantes como los parabenos.

Eso sí, el formato sólido tiene una serie de particularidades que hay que tener en cuenta a la hora de utilizarlo. En el vídeo que acompaña a esta información te doy las claves para sacar el máximo provecho a tu champú.

Auge de los cosméticos sólidos

El éxito del champú en pastilla ha hecho que cada vez más productos se adapten a este formato. Una muestra de ello es la amplia oferta que podemos encontrar en el mercado:

Acondicionador: se debe aplicar en el cabello después del lavado. Sirve para dar brillo, desenredar, evitar la rotura y suavizar el pelo. Es mejor utilizar poca cantidad y se debe aclarar con abundante agua para eliminar el producto del todo.

Agua micelar: frotar la pastilla hasta obtener una espuma para limpiar la piel. Además, contiene propiedades nutritivas, tonificantes y suavizantes que aportan un tacto aterciopelado al rostro.

Desmaquillante: este producto, en su formato sólido, ha ganado popularidad gracias a su importancia en las rutinas de cosmética coreana. Normalmente con base de aceite, ayuda a disolver el maquillaje y realiza una ligera exfoliación.

Exfoliante: marcas como Nivea han apostado por este cosmético. Su fórmula sin jabón y sin microplásticos limpia en profundidad la piel, respetando su pH natural, para que quede suave y bonita en cada limpieza facial.

Crema hidratante: en forma de tableta, sirve para nutrir la piel e incluso se puede utilizar para hacer masajes. Una vez que entra en contacto con el calor de la piel se puede aplicar con facilidad.

Mascarilla facial: ayuda a tratar problemáticas concretas como la grasa, la deshidratación o los signos de la edad. Se aplica realizando movimientos circulares y se deja actuar unos diez minutos.

Desodorante: se debe pasar la barrita por las axilas. Otra opción es calentar la barra con la mano para que se funda y, a continuación, aplicarlo directamente en la zona.