Por otro lado, seguro que alguna vez has conectado algún dispositivo a una red WiFi pública. Esta práctica tan común conlleva una serie de riegos que tenemos que tener en cuenta. Estos puntos de conexión resultan muy atractivos para los hackers, ya que no requieren en muchos casos de autentificación para establecer una conexión de red.
En estos casos, el hacker lo que hace es posicionarse entre el usuario y el punto de conexión, de modo que enviamos nuestra información al intruso. Por lo tanto, hay que tomar una serie de precauciones para proteger nuestros datos.
Para ello, hay que navegar siempre en páginas seguras (https) o utilizar aplicaciones que nos den una fiabilidad total. Si estamos conectados a una red WiFi pública, hay que evitar introducir contraseñas en las páginas consideradas no seguras (http), puesto que el hacker podría detectarlas. Además, los expertos señalan que bajo ningún concepto debemos acceder a portales como la banca online o de la administración pública.
También es fundamental deshabilitar cualquier proceso de sincronización de nuestro equipo y mantener nuestros dispositivos perfectamente actualizados y con un antivirus. Y por último, tras la conexión, hay que eliminar siempre los datos de red memorizados de nuestro equipo.
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