Antoni Colom, enólogo de Consell, observa la situación de los viñedos. | Pep Córcoles

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Este año pasará a la historia como una campaña rara en casi todos los cultivos porque «no ha hecho el tiempo que toca en ningún mes», sentencia Joan Socias, Campets, payés de sa Pobla. La campaña de recolección de heno, para suministrar al ganado en verano, está a punto de comenzar pero el pasto no ha crecido lo suficiente debido al déficit hídrico. El heno es una mezcla de gramíneas y de leguminosas, cortadas, secas y utilizadas como alimento para los animales. Cereales como la avena, la cebada, el haboncillo o la alfalfa suelen formar parte del heno.

Joan Company, gerente de la cooperativa Esplet, de sa Pobla, afirma que «el campo está muy seco y los conatos de lluvia de estos días han sido irrisorios. La Serra de Tramuntana ha tenido lluvias y las fincas de la zona están bien, pero la zona del Pla, desde Inca hacia Manacor y la zona sur, como puede ser ses Salines, están con la vista mirando al cielo porque ha llovido muy poco». El experto agrega que «todavía no sabemos si el verano será duro porque los pozos aún suministran agua y hay tiempo para que llueva y acumulen reservas, pero no es menos cierto que en las zonas mencionadas el nivel de los mismos ha bajado varios metros».

Sebastià Campaner, Penya, payés de Inca, define la situación del cultivo de pasto con una expresión muy típica: «Va molt magre», dice. El agricultor abunda en que «no ha llovido lo necesario. El mes de marzo no hizo ni una gota y el sembrado necesita de forma urgente un agua para acabar de crecer. Y si hablamos de cereal para recoger grano es aún peor. Si no llueve pronto puede que sea un fracaso. No obstante, aun estamos a tiempo y hemos de confiar en el adagio que reza que en abril aguas mil». El payés inquer se muestra optimista y espera que «la cosecha de cereal vaya por lo menos a un 60 por ciento ya que a un 100 por 100 es casi imposible».

Estiman recoger un 60 % menos de cereal que la campaña anterior.

Antoni Colom, enólogo de Consell, agrega que «no solo ha llovido poco sino que encima ha sido tierra. Estas lluvias tan paupérrimas de estos días pasados en lugar de beneficios pueden provocar la aparición de hongos como el mildiu o el oídio en cultivos como la vid». El experto indica que «sería un contratiempo porque en la actualidad se observan las viñas bien vestidas y con incipientes y numerosos racimos verdes que hacen presagiar una cosecha abundante». Colom pormenoriza que «sería deseable una lluvia pausada que dejara como mínimo unos 30 litros por metro cuadrado. Lo que ha hecho hasta ahora no sirve para nada. Debemos tener en cuenta que la vid tiene las raíces a una profundidad de entre 40 y 60 centímetros, y encima el viento lo ha secado rápido».

Joan Socias cultiva arroz. «Falta poco para sembrarlo y el arroz quiere agua por abajo y sol por arriba, así que lo recomendable es que llueva ahora, recargue bien los pozos y nos permita sembrar para que el mes próximo empiece a crecer bien», finaliza.