Gerard Pedrero, en uno de los pantalanes del Port de Sóller, a pocos metros de su lugar de trabajo, que también es su afición. | Lluc Garcia

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Gerard Pedrero Ripoll (Sóller, 1979) es instructor de buceo de profesión y trabaja en una empresa del sector radicada en el Port de Sóller. Además de dedicarse al submarinismo de forma profesional, practica otros deportes relacionados con el agua y el mar, su «medio natural». Desde hace un año es vocal de submarinismo del Club Náutico de Sóller, una entidad que se diferencia de otras del sector por trabajar activamente en la conservación del mar y su biodiversidad y que, desde hace años, lucha para conseguir la creación de una reserva marina en la costa de la Tramuntana.

«Me siento muy afortunado porque he logrado convertir mi hobby en mi profesión» explica Gerard, que se integró en el club ya con el objetivo de trabajar para la conservación de los fondos marinos. Antes ya había denunciado en numerosas ocasiones los problemas de contaminación del Port de Sóller.

«Conocí al presidente del club, Rafel Solivellas, buceando, durante una jornada de conservación del fondo marino y me propuso formar parte del equipo de trabajo», explica. Aclara que aunque la mayoría de socios se hacen miembros para la práctica de la pesca recreativa y del kayak, «uno de mis objetivos es conseguir que haya un mayor número de buceadores, ya que queremos dar a conocer nuestros fondos marinos y concienciar a la gente para que se sume a la petición de la reserva, una iniciativa que nació de nuestra entidad, aunque ahora ya se han sumado muchas personas, entidades conservacionistas y también pescadores profesionales».

Para esta temporada, el club ya ha programado diversas actividades ambientales. Entre ellas, informa que «en mayo tenemos programada una conferencia sobre tiburones en el Museu de la Mar del Port de Sóller y estamos al frente de una iniciativa para recuperar redes abandonadas en el fondo marino, en colaboración con la cofradía de pescadores del Port, la plataforma de ciencia ciudadana Observadores del Mar y las empresas de buceo de Sóller Octopus y Sóller Divers». Según Gerard, «la idea es que cada vez que un pescador profesional del Port pierda alguna red, lo que a veces sucede, nos avise enseguida para que la intentemos recuperar, evitando así que se queden en el fondo como una trampa continua para los peces y otros animales marinos».

Otra de las actividades ambientales que realiza el club es el concurso anual de fotografía submarina, también para poner en valor los fondos de Tramuntana. Según Gerard «aunque la fauna está muy esquilmada en esta zona, los fondos son espectaculares por la transparencia del agua gracias a la posidonia, algo que sorprende incluso a submarinistas que han buceado en aguas tropicales. Su protección es muy necesaria». Pedrero está convencido de que divulgando los fondos marinos entre la juventud, se contribuirá a su conservación.