Aldo Castelli resalta que «la obtención de taninos a nivel industrial es un reto y seremos pioneros en el mundo». | Lola Olmo

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La Cooperativa SCL Camp Mallorquí, Unió Nuts SCL de Cataluña y Cooperatives Agroalimentàries Illes Balears están impulsando un ambicioso proyecto para crear una planta de tratamiento de la pulpa de algarroba y obtener azúcares, fibras alimentarias, productos farmacéuticos y harina. El gerente de Camp Mallorquí, Aldo Castelli (Menorca, 1988), ha sido uno de los principales valedores para lograr que el proyecto recalara en Mallorca, concretamente en Consell. Explica que «Unió Agrària de Cataluña comenzó un proyecto para construir una planta de estas características, pero quedó en un cajón porque no hubo implicación por parte del ámbito político».

En 2019 «consideramos desde Camp Mallorquí que podríamos trasladar la fábrica a Mallorca y comenzamos a reunirnos con representantes políticos que vieron con buenos ojos la iniciativa, entre ellos la presidenta Armengol». El mayor impulso ha llegado desde la Conselleria d’Agricultura pues «la consellera Mae de la Concha ha mostrado su apoyo y ahora estamos pendientes de que el proyecto se incluya en los fondos Next Generation». Está previsto que la planta, que tiene un coste aproximado de seis millones de euros, pueda estar construida en 2025 y que pueda llegar a trocear unas 15.000 toneladas de algarroba al año.

Actualmente solo se aprovecha entre un 10 y un 15 por ciento de la algarroba a través de la semilla y el objetivo es aprovechar el 80 % de la pulpa. Solamente en Mallorca podrían beneficiar de forma directa e indirecta a más de 1.000 familias. La planta de Consell recibiría la algarroba de los payeses de Mallorca, de la Cooperativa de Sant Antoni (Eivissa) así como de Unió Nuts SCCL de Cataluña y Unió Fruits SCCL, de Valencia. El gerente de Camp Mallorquí destaca que «es algo inaudito que Mallorca sea el receptor de la materia prima que llega de la península y es un aspecto que debemos aprovechar para crear nueva industria local». La planta permitirá trabajar en cuatro líneas distintas, según Aldo Castelli. «Podremos obtener azúcar de índice bajo glucémico que se puede utilizar en productos dietéticos saludables. La fibra alimentaria es otro de los productos que se pueden obtener a partir de la pulpa de algarroba y que permitiría aumentar el consumo de fibra entre la población que esté en unos índices muy bajos».

Otro de los pilares de la futura planta se basará «en los usos farmacéuticos que se le puede dar a la pulpa, con los taninos para reducir el colesterol. En este aspecto seríamos pioneros en el mundo en la obtención industrial de taninos y para nosotros será todo un reto», concluyen desde de Camp Mallorquí. El último uso sería para la elaboración harina. Aldo Castelli cree que «la planta de tratamiento podrá incentivar a la creación de otras industrias en Mallorca que aprovechen la pulpa tratada».