La abeja autóctona es la que más se adapta a nuestro clima. | Gori Vicens

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La apicultura es la actividad dedicada a la crianza de las abejas y a prestarles los cuidados necesarios con la finalidad de obtener los productos que son capaces de elaborar y recolectar, sin olvidar la importancia de la polinización. De esta actividad se obtienen productos como: miel, cera, jalea, apitoxina, polen y propóleo. Pero, dedicarse a la apicultura no es solo recolectar estos productos. Otra tarea muy importante y prácticamente desconocida es la selección de la población de las abejas; en este caso la abeja negra (apis mellifera ibérica).

Hace 6 años, Miquel Monserrat, empezó su vínculo con las abejas para adentrarse profesionalmente en el importante mundo que rodea la apicultura, centrándose en la producción de miel –con la marca Beia negra– y la selección de abejas, junto a su esposa Bego Gosch.

«Hay que tener en cuenta que es un sistema de multiplicación muy diferente al que por ejemplo se dedica a la cría de vacas, caballos,… Mientras éstos están en un lugar más o menos cerrado es posible controlar la fecundación, pero con las abejas, fecundándose de forma natural, es más difícil su control ya que las reinas se fecundan en vuelo con diferentes zánganos», explica Monserrat.

La gente conoce a la ‘reina’ pero el macho –el zángano– (bagot) es igual de importante genéticamente, por esta razón es necesario criar reinas y zánganos de las colmenas previamente seleccionadas de abeja negra, así, cuando la reina sale a fecundarse, se aumenta la probabilidad y se evita en los posible la hibridación.

Miquel Monserrat en su finca.

Hay apicultores que importan abejas de otros países buscando una mayor productividad de miel o mansedumbre, pero al introducir abejas foráneas, la abeja autóctona que es la más adaptada a nuestro clima y flora se ve afectada por dicha hibridación.

Con la selección de abeja negra que hacen Miquel y Bego se intenta mantener la autóctona, para que no se pierda como ocurre en otros países como Alemania, donde su abeja local está prácticamente desaparecida.

¿Qué hacen para seleccionar la abeja negra? Durante el año llevan un seguimiento de todas las colmenas de su explotación con el objetivo de registrar sus características, para posteriormente hacer una selección de las mejores colmenas, que serán las futuras madres de las reinas y zánganos de la siguiente temporada apícola.
Priorizar lo autóctono

«Toda la hibridación, todo lo que no parece autóctono lo separamos, evitamos la cría de zánganos de estas colmenas y en el momento más adecuado, sustituimos la reina con hibridación por una de autóctona», explican.

Actualmente Beia negra produce núcleos de abejas y reinas, tanto para su propia explotación como para la venta a apicultores de las Islas y miel 100 % mallorquina, de km 0.