La Associació de Varietats Locals organizó el curso. | Gori Vicens

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El avance de la primavera climatológica con días soleados y temperaturas cálidas en el mes de febrero, ha hecho florecer muchas de las plantas que nos acompañan y ‘adornan’ nuestros campos por ésta época. Una gran mayoría son plantas silvestres. Además de su hermosura visual muchas tienen propiedades curativas y otras son para uso comestible, aunque haga años que su consumo pase totalmente desapercibido.

Para darlas a conocer, ponerlas de nuevo en valor, y sensibilizar a la población que también son aptas para cultivar y para comer, la Associació de Varietats Locals de Mallorca (AVL) ha organizado un curso, impartido por Marc Talavera, estudioso de las plantas silvestres y coordinador del colectivo Eixarcolant, de la localidad de Igualada (Catalunya), quien apuntó que tal vez se han dejado de consumir por el recuerdo de la postguerra, cuando en muchas casas no quedaba más remedio que cocinar con plantas silvestres para subsistir porque no había mucha cosa más.

«Como ahora tenemos diversidad de plantas y solemos ir al recurso fácil, dejamos a un lado los productos que nos da la tierra silvestre», explica.

El curso ha tenido lugar en la finca de los viveros de Ca na Justa, en Porreres, donde hacen plantel de las variedades autóctonas, tanto de hortaliza como de planta de flor o aromáticas, y ha contado con una excelente participación de personas interesadas en recuperar estas plantas para usos culinarios, como puede ser en la elaboración de una tortilla. En una primera parte teórica, Marc Talavera ha comentado la importancia de éstas plantas comestibles y ornamentales, y las variedades tradicionales y locales que hay, y cómo se pueden sembrar estas plantas para reproducirlas ya que, aunque las vemos simplemente paseándonos por el campo, son unas auténticas desconocidas.

Talavera puso algunos ejemplos que ahora una mayoría de los lectores reconocerá: Lletsons, malves, fonoll, api de cavall, bleda borda, card, mostassa borda, ravenissa, colissos, ortiga, cosconilla, llevamans o margalidera, entre muchas otras.

Colofón culinario

Una vez finalizada la parte teórica, ha sido el momento de salir a pasear por el campo; observando las distintas plantas silvestres que hay en los alrededores de Ca na Justa y detectar cuáles son comestibles y las que no.

El curso ha finalizado cocinando una tortilla con las hierbas recogidas durante la jornada. Los asistentes que la han probado la han calificado de excelente. Así, tenemos unos ‘nuevos’ ingredientes de temporada, ecológicos y económicos, que durante muchos años y por reminiscencias del uso que tuvieron décadas atrás han sido durante años los grandes olvidados y las podemos encontrar en la naturaleza.