Tal como ha adelantado Ecoteuve, la gran novedad tiene que ver con un aumento de la tensión en los últimos minutos del programa. Y es que, además de derrotar a sus oponentes, el concursante central tendrá que responder correctamente a una ronda rápida de diez preguntas para poder llevarse el dinero acumulado a casa.
Se trata de un prueba que funciona muy bien otros concursos de la cadena, como ¡Boom! o Pasapalabra. El tiempo máximo para acertar esta batería de preguntas será de dos minutos.
Pero que no cunda el pánico. Consiga superar el reto o no, el concursante volverá a ocupar la posición central en el siguiente programa como premio por haber tumbado a ocho contrincantes. Así, como sucede con los dos concursos presentados por Juanra Bonet y Roberto Leal, el espectador podrá familiarizarse con los aspirantes y crear un vínculo con el formato.
El concursante central, por su parte, no lo tendrá sencillo, pues caerá por la trampilla y perderá su puesto si se queda sin comodines y alguno de los contrincantes le elimina. En todos los programas, seguirá habiendo diez rivales entre los que poder escoger. Pero, como siempre, será necesario vencer a ocho para poder plantarse. Sin embargo, con la nueva mecánica, los dos rivales que se queden sin la oportunidad de jugar, podrán volver el próximo día para poder optar al premio.
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El cambio de horario ha perjudicado mucho a este concurso. A pesar de lo divertido que me parece el presentador Valls, yo a esas horas no puedo poner la tele. Son demasiados concursos. Boom y Pasa Palabra ya empiezan a cansarme y me estoy pasando al Cazador.