Rubén Batalla, en el anuncio de Ferrari. | Youtube

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El modelo y actor alcudienc Rubén Batalla se ha convertido en imagen del nuevo modelo Ferrari, el 812 Superfast, presentado en el Salón de Ginebra el pasado día 8 de marzo. Batalla, que desde Mallorca está desarrollando una importante carrera internacional como modelo, sabe que este anuncio, que se verá en todo el planeta, marcará un antes y un después en su carrera. Ha hablado con Ultima Hora justo el día en que se sabe en boca de todos los agentes publicitarios del mundo; y es que ha conseguido lo más ansiado, poner cara a un artículo de gran lujo.

— Es la imagen del nuevo modelo de Ferrari que se acaba de presentar. ¡Vaya éxito!
— Prefiero decir que soy la cara de ese anuncio para quitarme presión a lo que significa ser imagen de un Ferrari, que es algo muy potente, muy fuerte a nivel profesional, que incluso puede marcar una carrera para siempre y no necesariamente en el sentido positivo que uno pueda imaginar. Es fantástico, claro, pero corro el peligro de que se me relacione demasiado con este artículo y se me cierren otras puertas. No quiero ser sólo el chico de Ferrari.

— Un alcudienc convertido en chico Ferrari. ¿Cómo lo ha conseguido?
— Me presenté a un cásting normal que se realizó en Barcelona a través de mi agencia, La Farándula, que tiene base allí. Ellos son mis ojos, mi todo en la profesión. Tuve que presentar un vídeo que grabé aquí en Mallorca mostrando mis sensaciones, viviendo un sueño, fingiendo un sueño y expresarlo a través de mi cara. Un señor que se sienta en un coche, cierra los ojos y, en ese tiempo, transmitir una serie de sensaciones solo con los ojos hasta que volvía a abrirlos para salir de un coche que ni existía ni sabía cuál sería en realidad. Es un trabajo de actor muy interesante el que hacemos para estos anuncios tan potentes. Y me seleccionaron.

— ¿Cómo se enteró de que era el elegido?
— Me llamaron diez días antes y me alegré muchísimo, imagínese. De hecho, dejé otros trabajos para hacer este. En una semana me planté en el set de rodaje con lo puesto y comenzó el trabajo en equipo que ha hecho posible esta maravilla que ahora se ve en todo el mundo.

— ¿Dónde se rodó el anuncio?
— En Almería, en el desierto donde se ruedan las películas del Oeste. Era un gran montaje, con carreteras cortadas y efectos de agua que rodamos en el puerto de Almería, en la explanada donde se construyó una piscina. En el rodaje participaron cerca de cien personas. Una locura.