El tenista mallorquín aseguró que las molestias sufridas son similares a las que ya ha sufrido anteriormente. | Reuters

TW
0

Una lesión en la rodilla derecha y el buen juego del británico Andy Murray despidieron a Rafael Nadal en los cuartos de final del Abierto de Australia, donde se retiró cuando perdía por 6-3, 7-6 (2) y 3-0.

Habían transcurrido dos horas y media de partido cuando Nadal tomó la decisión de dejar la Rod Laver Arena, donde el año pasado se convirtió en el primer español en ganar el Abierto de Australia. El de Manacor sintió un pinchazo en el músculo superior de la rodilla derecha al final del segundo set, al llegar a una dejada de su rival, y aunque recibió masaje y disputó el tercer juego decidió no continuar.

La derrota significa la pérdida del número dos al final del torneo e incluso quizás también la del tres, dependiendo de varias combinaciones. Si el serbio Novak Djokovic gana el domingo en la final y Federer cae nte el ruso Nikolay Davydenko, el de Belgrado puede ocupar la primera plaza, y si Murray vence al croata Marin Cilic en la penúltima ronda Nadal sería cuarto.

Pero no es eso lo que ahora preocupa a Nadal. Después de que el año pasado se perdiera Queen's y Wimbledon por un problema de tendinitis en las rodillas, y luego sufriera en Cincinnatti una rotura del abdominal de dos centímetros que se agravó en el Abierto de Estados Unidos, el de Manacor tiene su mente en otra cosa.

Dos horas antes del partido Nadal se entrenó en la pista 16, la misma que suele utilizar para las prácticas con el júnior australiano Sean Berman. Su semblante era serio, pero realizó la sesión sin problemas. Tan solo pidió a su fisio, Rafael Maymo, que le aflojaran el vendaje del tobillo izquierdo, donde tiene una esponja en la planta del pie para protegerse una ampolla, y nada hacía presagiar lo que pasaría luego durante el partido.

Hasta que llegó la lesión, Nadal jugó con intensidad dominando en los comienzos de ambos sets con roturas iniciales. Se hizo con el saque de Murray en el 2-1 del primer parcial y en el 4-2 del segundo, pero no consiguió materializar ninguna de esas ventajas.

Anclado en el fondo de la pista con un juego pausado, pero tremendamente efectivo al contragolpe, y mordiendo en la red cada vez que le hacía falta, Murray se dejaba dominar pero estaba en el partido. Y en los momentos finales sacaba lo mejor de sí para que Nadal perdiera el punto.

El problema del balear era que, aun teniendo más oportunidades de rotura que su rival, no lograba sellarlas. Y Murray se crecía en la remontada con un peligroso revés a dos manos, una certera volea y un saque con el que logró 13 «aces». Así, el de Manacor cedió el primer set en 52 minutos después de haber dispuesto de ocho puntos de rotura y haber convertido sólo uno.

En el segundo el partido siguió la misma dinámica, hasta que con 3-2 para Nadal el encuentro se paró para que se iniciaran los tradicionales fuegos artificiales en conmemoración del Día de Australia. El cielo se llenó de destellos y luces, pero el partido se enfrió durante casi 12 minutos, periodo que los jugadores aprovecharon para ir al servicio.

Reacción
De vuelta a la pista, Murray pareció el más afectado por el parón ya que perdió el saque a continuación (2-4). Pero Nadal cometió una doble falta en el siguiente y cedió el suyo después. No obstante, estuvo dos veces a solo dos puntos de ganar el set más adelante, pero cuando realmente lo pasó fatal fue en el undécimo juego, en el que el británico dispuso de cuatro para robarle su servicio.

Llegado el desempate Murray se aprovechó de tres fallos de Nadal para tomar delantera y sentenciar ese juego de forma magistral. Murray ganó su saque en el primer juego del tercer parcial y Nadal pidió la asistencia del fisio. Recibió masaje, pero su cara no reflejaba nada positivo. Pese a todo continuó y aguantó como pudo dos juegos más, e incluso tuvo opciones de romper en el tercero, pero tras cederlo decidió abandonar.

Cabe destacar que Andy Murray se ha colocado en las semifinales sin perder un solo set y se medirá ahora con el croata Marin Cilic, primer jugador de esta nacionalidad que logra esta ronda en el Abierto de Australia tras derrotar al estadounidense Andy Roddick, por 7-6 (4), 6-3, 3-6, 2-6 y 6-3. También el jugador americano se vio perjudicado por una lesión, en su caso en el hombro y la base del cuello, producida en su partido anterior contra el chileno Fernando González.

El revés sufrido en Melbourne Park impidió que el jugador de Manacor lograse su victoria número 100 en un 'Grand Slam', siendo eliminado por tercera vez en su carrera en la antepenúltima ronda de un 'grande'. Anteriormente, el ruso Mikhail Youzhny, en el US Open de 2006, y el chileno Fernando González, en el Abierto de Australia de 2007, habían impedido el pase a las 'semis' del español.

Igualmente, el balear alarga su mala racha con un jugador del 'top 8' de la ATP. El último al que ganó con esa condición fue a Djokovic en las semifinales de Madrid y desde entonces perdió con Roger Federer, Juan Martín Del Potro, Djokovic (semifinales de Cincinnati y París-Bercy y 'round robin' del Barclays ATP World Tour Finals) y el ruso Nikolay Davydenko (final de Shanghai y Doha y 'round robin' de Barclays ATP World Tour Finals).