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Alejandro Sancho Jiménez, de 40 años, hijo de la cantante María Jiménez, fallecida en Sevilla el pasado 7 de septiembre, ha tenido que abandonar el piso en el que vivía.

Según Fiesta, la residencia de Alejandro en ese piso ha estado marcada por los impagos y las deudas. Durante mucho tiempo, no pagó el alquiler, y, cuando le invitaron a irse, él se negó. Según la casera, "se atrincheró en la vivienda y no le hacían entrar en razón". Sancho les prometía a los propietarios que les iba a pagar cuando su madre le diera el dinero, pero eso nunca sucedió.

"Tras muchos intentos desesperados", siempre según la información de Fiesta, la casera logró echar a Alejandro, encontrándose una vivienda "destrozada y completamente inhabitable".

Tal y como apunta Saúl Ortiz, intentaron que, por las buenas, abandonara la casa. "Él tenía intención de comprarla, porque quería crecer como familia en ella, pero desgraciadamente su situación económica no le permitía hacer frente a las deudas. María Jiménez no supo ayudarle".

Al final, los caseros "pudieron echar a Alejandro de una manera no judicial, pero hablan de que estaba atrincherado dentro de la casa", señaló el también colaborador de 20minutos. "Cuentan que lo pasaron realmente mal", indica el periodista, que afirma que se ha intentado poner en contacto con él, pero no ha respondido a las llamadas y los mensajes.

Alejandro acudió hace unas semanas al plató de De viernes para homenajear a su madre en la sección de nostalgia del programa. Alejandro ha estado prácticamente alejado de las cámaras toda su vida. Su padre, el actor José Sancho, y su madre vivieron una tormentosa relación, hasta que se separaron, igual que Bárbara Rey y el domador Ángel Cristo.

La única vez que Alejando se puso ante las cámaras fue en Sálvame Deluxe, y lo hizo para defender a su madre y ratificar sus palabras: que fue una mujer maltratada.