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Pese a su proceso de transformación física que ha realizado durante los últimos meses y que ya está a punto de concluir satisfactoriamente, Rebel Wilson no ha querido olvidar lo que conlleva el sobrepeso, sobre todo para la parte más emocional de una persona y más si esto ocurre durante una de las etapas más complicadas, la adolescencia y parte de su etapa más adulta.

De eso ha querido hablar la actriz en el podcast 'Straight Talking', en el que ha reflexionado sobre esos traumas que se adquieren por este motivo. Así, ha contado que no quererse a sí misma, o, mejor dicho, no quererse de la forma más adecuada, la llevó a refugiarse en la comida, que, a su vez, le servía como vía de escape.

«No me estaba queriendo de la forma más apropiada para una chica de 20 años. Y así he estado desde los 20 hasta los 40, estamos hablando de dos décadas», ha confesado.

«La verdad es que me parece muy triste cuando lo analizo ahora, el no amarte y cuidarte como debes en esos años tan importantes», ha analizado.

Por ese motivo, ha contado, ganó 25 kilos en sus primeros años como universitaria. «Comía para afrontar cualquier emoción, ya fuera el estrés de los exámenes o la alegría de otros momentos más felices. A veces me castigaba a mí misma con la comida y otras veces me premiaba con ella. Cuando la gente se iba a dormir, yo me quedaba pensando: '¿Qué voy a hacer yo?», y la respuesta era: «Voy a comerme estas patatas fritas antes de irme a la cama».

Hace unos meses, la también humorista reveló cuál era uno de los motivos por los que desea perder peso: «Quiero que la gente me tome en serio», dijo.

La australiana reveló a principios del 2020 que iba a ser «el año de la salud» y que estaría intensificando su ejercicio y reduciendo el azúcar y la comida basura para lograr alcanzar su meta de pesar 75kg.