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La princesa Charlene de Mónaco se ha mostrado muy triste y muchos se preguntan cuál es el motivo. Además, la esposa del príncipe Alberto de Mónaco se ha dejado ver en muy pocos en actos oficiales a lo largo del año 2019, lo que ha dado lugar a todo tipo de especulaciones.

La princesa no ha querido despedir su annus horribilis sin desvelar el motivo de su tristeza y en una entrevista concedida a la revista sudafricana Huisgenoot ha explicado que ha tenido que hacer frente a la pérdida de dos amigos muy cercanos. «Ambos fallecieron con apenas 10 días de diferencia. Fue muy doloroso», ha confesado.

La exnadadora olímpica sudafricana ha posado en el Palacio del Principado junto a sus hijos, los príncipes Jacques y Gabriella. Además, ha añadido que «este año definitivamente me dio un golpe bajo. La gente se apresura a decir: ‘Oh, ¿por qué no sonríe al ver las cámaras?' A veces es difícil sonreír. No saben lo que ocurre en el fondo».

También ha revelado que echa de menos su país, a su familia y a sus amigos que siguen en Sudáfrica. «Tengo el privilegio de esta vida, pero extraño a mi familia y amigos de Sudáfrica. Me resulta difícil sobrellevar la distancia porque no siempre que quiero puedo estar allí con ellos».

En la citada entrevista también ha confesado que si no fuera princesa «haría todo lo que estoy haciendo ahora, pero sin el título. Ayudar a la gente y tratar de educar a los demás. Mi tío es misionero y trabajó en Japón y Australia, y está ahora en Zambia. De hecho, viajé dos veces con él para ayudarle a restaurar una escuela local. Me gusta ayudar donde puedo».