La actriz italiana Sophia Loren, ayer en una rueda de prensa en Ciudad de México. | Mario Guzman

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Sophia Loren, el gran mito erótico del cine europeo del siglo XX cumple 80 años y lo hace manteniendo su elegancia, su encanto y también la belleza propia de una mujer cuyo rostro es testimonio de la experiencia vivida.

Ha sido considerada una de las mujeres más bellas de todos los tiempos y acaba de ser nombrada Miss Italia ad honorem 2014.

Nacida el 20 de septiembre de 1934 en Roma, Sofia Villani Scicolone, su nombre verdadero, es una de las actrices italianas más conocidas en todo el mundo.

Hablar de Sophia Loren es hablar de cine, de fama y de éxito.

Acumula casi un centenar de películas que le han valido más de cincuenta premios internacionales, entre ellos dos Óscar, un premio BAFTA, y varias nominaciones a los Globos de Oro.

«Si pienso en mi vida, me sorprendo de que sea todo verdad. Una mañana me despertaré y descubriré que he estado soñando», afirma la actriz en su autobiografía «Ayer, hoy y mañana», que acaba de publicar para celebrar su cumpleaños

Pero no siempre lo tuvo fácil, tal y como ha reconocido en más de una ocasión.

Hija de madre soltera, Loren ha confesado más de una vez que creció en un ambiente pobre, en los suburbios de Nápoles en los tiempos de la II Guerra Mundial, y que durante su infancia pasó hambre y estuvo muy acomplejada, por su peso y su altura.

Sin embargo, al alcanzar la pubertad decidió probar suerte en los concursos de belleza locales y regionales, y se presentó a Miss Italia 1951, concurso en el que salió elegida Miss Elegancia.

Fue, sin duda, uno de los momentos decisivos en su vida, pues le permitió conocer entre los miembros del jurado al hombre que sería el gran amor de su vida, el productor Carlo Ponti.

«Nunca olvidaré la primera vez que sentí aquellos ojos mirándome, hace tanto tiempo, en un restaurante con vistas al Coliseo», escribe la musa en su autobiografía.

Y prosigue: «Yo era casi una niña, él era todo un hombre. El camarero se acercó para darme una nota en la que el 'productor' (Ponti) me decía que se había fijado en mí. Después, el paseo por el jardín, las rosas, el aroma a acacia, el verano que terminaba. El inicio de mi aventura».

Con él se casó seis años después, a pesar de que era 20 años mayor que ella, el 17 de septiembre de 1957 en México, y por poderes, tras el divorcio de este.

Pero, al conocerse la boda, Ponti fue acusado de bigamia, por lo que aquel matrimonio quedó anulado en 1962 y debieron casarse de nuevo el 9 de abril de 1966 en Sèvres (Francia).

Dio sus primeros pasos en el mundo del celuloide interpretando papeles secundarios en películas rodadas en los estudios Cinecittà de Roma, hasta que por fin desempeñó su primer papel protagonista en 1953 en «África bajo el mar», ya con el nombre artístico de Sophia Loren.

Durante la década de los cincuenta, trabajó con directores italianos de renombre que exaltaron su belleza, convirtiéndola en una «sex-symbol», siempre en eterna comparación con la también actriz italiana Gina Lollobrigida.

En 1954 compartió pantalla por primera vez con Marcello Mastroianni en «La ladrona, su padre y el taxista», con quien formaría desde entonces una de las parejas cinematográficas más famosas de todos los tiempos.

Juntos se dejaron ver en «La bella campesina» (1955); «Ayer, hoy y mañana» (1964); «Matrimonio a la italiana» (1964); «Los girasoles» (1969); «La pupa del gánster» (1975); «Fatto di sangue» (1978) y «Pret-à-porter» (1994), entre otras.

Su reconocimiento a nivel internacional llegó en 1957 de la mano del director y productor estadounidense Stanley Kramer, que le permitió compartir cartel con estrellas de Hollywood como Cary Grant y Frank Sinatra en «Orgullo y pasión» (1957).

«Mi primer encuentro con el cine estadounidense tiene la sonrisa irresistible de Cary Grant, su elegancia, su paso ligero. Cuántas mujeres habrían querido estar en mi lugar. Y sin embargo era yo la que estaba ahí, con mis inseguridades, mi pasado, mis ganas de mejorar», confiesa en su libro.

Tres años después, llegó su primer Óscar a la mejor actriz por su papel en «Dos mujeres» (1960), de Vittorio de Sica, y cuatro años más tarde, fue de nuevo candidata al Óscar con otra cinta del mismo director, «Matrimonio a la italiana».

Óscar honorífico en 1991, Loren ha sido galardonada con otros reconocimientos como con la Máscara de Oro a su carrera (1987), el premio de la Fundación «Fiuggi» a la actriz italiana más conocida del mundo (1989), el Oso de Oro Honorífico de Berlín (1994) o el León de Oro de Venecia (1998).

Además de su carrera cinematográfica, Loren es autora de un exitoso libro de recetas de cocina y de la mencionada autobiografía, «Ayer, hoy y mañana» (2014).