Bertín Osborne, en una foto de archivo en Palma. | Julián Aguirre

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Este viernes el cantante Bertín Osborne acudió al Centro de  congresos y exposiciones de Sevilla para asistir a la conferencia Lo  que de verdad importa, encuentro en el que el artista quiso compartir  su dura experiencia con la enfermedad de su hijo Kike.

Acompañado por su hija Alejandra Ortiz, Bertín se subió al  escenario y, micrófono en mano, comenzó a relatar su experiencia como  padre de un niño con una de esas comúnmente llamadas «enfermedades  raras».

Bertín quiso abrir su corazón para compartir con el auditorio la  rabia que sintió cuando los médicos le dijeron que su hijo Kike no  tenía ninguna esperanza de vida. «ñEl médicoí nos dijo, 'tenéis un  hijo que va a ser sordo, parapléjico. No se va a mover, va a ser un  vegetal'. Pero ahora, yo os digo que cualquier cosa que os cuenten no  os la creáis porque es mentira, no existe nada en el mundo que no  pueda mejorar».

Y es que según comentó en la conferencia, a Bertín y a su mujer  Fabiola les aseguraron que su hijo Kike no pasaría de los dos años.  Hoy, el pequeño tiene cinco años.

Cinco años que han estado cargados de una lucha incansable por  parte del matrimonio Osborne, quienes, a través de su fundación, no  han parado de intentar ayudar a padres con su misma situación. «No me  puedo morir sin saber que en este país y en México, que es mi segundo  país, todos los padres que tengan la suerte de tener un hijo como el  mío sepan lo que tienen que hacen cuando salgan del hospital, y eso  es un compromiso de vida que tengo», comentaba el cantante, quien no  pudo evitar derrumbarse cuando se proyectó un vídeo con imágenes de  su hijo.

Y es que estos cinco años han sido muy duros para un artista al  que lo único que le hace falta para ser feliz es poder disfrutar de  la sonrisa de su pequeño durante cada mañana.