Los diseñadores italianos Stefano Gabbana (i) y Domenico Dolce (d) saludan al público tras presentar su colección Primavera-Verano 2012. | Efe

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Cuando parecía que todo había quedado en nada, la polémica para la firma italiana Dolce&Gabbana ha vuelto. El abril pasado, un juzgado de Milán desestimó el caso por ausencia de pruebas, pero ahora el Tribunal Supremo italiano ha tomado la decisión de acusar a los diseñadores de evasión de impuestos a través de su empresa.

Al parecer, los hechos se remontan al año 2004, cuando las marcas Dolce&Gabbana y D&G habrían eludido pagar 416 millones de euros. Sin embargo, en esa ocasión, la falta de pruebas hizo que el caso pareciese cerrado y que los modistos se libraran de una pena de prisión o una multa de un millón de euros.

No obstante, la polémica ha resurgido. El mismo Stefano Gabbana mostraba su opinión a través de su perfil de Twitter afirmando "Ladrones! No saben que hacer para sacarnos el dinero", un comentario que ha borrado rápidamente sustituyéndolo por "Es realmente cierto que en Italia hacen lo que les da la gana. Quizás sería mejor marcharse", ha asegurado.

Comentarios a parte, habrá que esperar hasta el mes de enero para conocer toda la verdad de esta historia.

Según algunas publicaciones, se especula que los abogados de la empresa podrían negociar un pago para evitar un largo juicio que, además, dañaría la imagen de la firma.