Nono Oliver, Fanny Guerrero y ‘Bruno 2,3’, doctor residente. | Eugenia Planas

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Sunset Club fue el escenario de una "terrorífica noche" en la que sus clientes aportaban tres euros, destinados a la Sonrisa Médica, por disfrutar de una noche de Halloween muy especial. Entre zombis, niñas exorcizadas y mujeres ensangrentadas por vampiros que disfrutaban de la noche en la discoteca de Porto Pí, transcurrió el espectáculo. Unos mostraban inquietante palidez, otros lucían crema de afeitado y clásico atuendo; unas tenían ojeras y mordiscos recientes y otras ganas de pasarlo bien por una buena causa. Todos ellos esbozaron sonrisas provocadas por los monólogos y diálogos de Fanny Guerrero y el payaso Bruno,2,3. que improvisaron e interactuaron con los asistentes recaudando fondos para hacer sonreír a niños hospitalizados pero felices con su presencia.