Juana Gost, Nicolau Conti, Bel Gost, Jaime Fuster y Margalida Santandreu. | M. C. / L. T.

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Santa Margalida se volcó un año más en la Processó de la Beata, una tradición que se remonta varios siglos atrás y que en cada edición ve incrementada la participación popular. A las 21.30 horas, cuando ya todos los payeses y payesas cargaban con sus jarras, se puso en marcha la procesión más típica de Mallorca para recorrer durante dos horas las calles de la Vila. Las doce carrozas que acompañaban a la Beata, y que escenifican diferentes momentos en la vida de Santa Catalina Tomàs, lucieron en todo su esplendor. Tras la procesión, las familias se reunieron para cenar.