El presidente Barck Obama celebró junto a su familia la Pascua. | Efe

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El presidente de EEUU, Barack Obama, y su familia celebraron la Pascua en la Casa Blanca con un tradicional festival infantil, en el que hubo música, comida y actividades centradas en la salud de los más pequeños.

Corriendo por el césped del jardín sur de la Casa Blanca, miles de niños, rodeados de algunos de sus personajes favoritos como Elmo de Sesame Street o los Yo Gabba Gabba, aguardaron impacientes a que saliera el mandatario.

Obama, acompañado de su esposa, Michelle, sus hijas, Malia y Sasha, y su suegra, Marian Robinson, apareció precedido de un conejito de Pascua en la Balconada Truman de la Casa Blanca desde donde deseó una feliz Pascua a los 30.000 invitados que consiguieron entrada este año para participar en estos festejos.

El «Easter Egg Roll» ("Carrera de Huevos de Pascua") literalmente es una carrera en la que los niños compiten por rodar huevos duros de colores. La tradición la introdujo en la Casa Blanca el presidente Rutherford B. Hayes en 1878, aunque poco a poco se han añadido nuevas actividades.

Desde entonces, sólo las dos guerras mundiales (1914-1918 y 1939-1945) y en alguna ocasión el mal tiempo, han impedido que niños de todo el país correteen tras los huevos de pascua por el jardín presidencial, pero éste no fue el caso de este año, en el que lució un sol radiante y casi 30 grados de temperatura.

«Agradezcámoslos a la madre naturaleza», proclamó la primera dama a los niños, a los que recordó que, en esta ocasión, el lema es proveer el deporte para alcanzar una vida más saludable.

La primera dama lidera la campaña «Let's Move» para combatir la obesidad infantil, una enfermedad que afecta a uno de cada tres niños en Estados Unidos.

De hecho, una de las actividades incluye aprender a preparar platos sanos con los cocineros de la Casa Blanca y de algunos de los chefs más renombrados como Nora Poullion, Robert Wiedmaier y el español José Andrés, entre otros.

El jardín sur de la Casa Blanca se convirtió por unas horas en una gran zona de juegos con carpas, en las que los niños pudieron practicar fútbol americano con algunos de los jugadores del equipo Washington Redskins como Kevin Barnes, Alvin Bowen y Chris Horton.

Entre los atletas estaban el joven patinador Olímpico Apolo Ohno y la veterana tenista Billie Jean King, que a los 17 años ganó el título de dobles en Wimbledon y cosechó múltiples títulos a lo largo de su carrera. Dentro de la línea de vida sana que promueve la Casa Blanca, el yoga también tuvo su apartado.

Àrbitro

Los Obama se acercaron hasta uno de los recintos acotados para las carreras de huevos de Pascua, donde el presidente hizo de árbitro pitando la salida con un silbato, aunque también dio un empujoncito a los más pequeños para que llegaran a la meta.

Uno de los lugares más destacados ha sido el punto de lectura, a donde se dirigió después la familia Obama para leer el cuento «Green Eggs and Ham» (Huevos verdes y jamón) de Dr. Seuss (1904-1991), un clásico en la literatura infantil estadounidense.

Pero, también estuvieron presentes los héroes más contemporáneos de la mano de J.K. Rowling, autora de «Harry Potter» y otros cuentos infantiles que leyó la actriz Reese Witherspoon.

La joven orquesta del Cuerpo de Marines amenizó la jornada con un popurrí de música de películas de Disney y otras como «Piratas del Caribe» y «El Mago de Oz».

La música fue otro de los grandes éxitos de este encuentro. Los niños rompieron en aplausos cuando la primera dama les anunció que por el escenario pasaría el cantante adolescente Justin Bieber, que interpretó «Don't Stop Believing», y la actriz de la serie Glee, Lea Michele.

«`Estoy en la Casa Blanca!», escribió, incrédulo, el joven artista en Twitter, tal vez la misma sensación que experimentaron algunas de las 30.000 personas que consiguieron una entrada a través de un sorteo por Internet en el que participaron familias de todo el país.

Comprometidos también con el medio ambiente, las bolsas de recuerdo y las bolsitas de caramelos que se entregaron a los niños son de plástico reciclado, mientras que la comida utilizada en los talleres de cocina han sido frutas y verduras orgánicas.