Neus Cortés, Juan Cañellas, Lluís Fuster, Dolores Martínez Echevarría y Jaime Colomar. | Eugenia Planas

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La Palma de principios del siglo XX fue la protagonista de la gala de entrega de los Premis Ciutat de Palma 2018 el domingo en el Teatre Principal.

Comenzó la gala con un espectáculo teatral que dio voz a personajes de aquella época que mostraron, a ritmo de jazz, la transformación de Ciutat y de su cultura.

Bajo la dirección de Marga López y con guión de Sergi Baos, los actores Miquel Àngel Torrens, Clara Ingold y Joan Manel Vadell dieron vida a personajes ilustres de Ciutat, mientras Morgana Jazz adaptó temas de otras épocas bajo el lema de la velada: «La transformación de la Palma del siglo XX».

El concejal de Cultura, Llorenç Carrió, fue el primero en dar la bienvenida al público y desarrollar su parlamento. Entre distintas actuaciones se fueron entregando los diferentes galardones. Rosa Maria Calafat recogió el galardón mejor retribuido –el Premio Llorenç Villalonga de novela– por La familia. Sagrada exposició de la mort; el Premio Joan Alcover de Poesía fue para Joan Manuel Pérez i Pinya; el Premio Antoni Gelabert de Artes Visuales, recayó en Núria Güell por De putas. Un ensayo sobre la masculinidad; el Premio de Audiovisuales, por Els ulls s’aturen de créixer, lo ganó Javier García Lerín; el Premio de Cómic lo recogió Rocío Gómez Mazuecos por El incongruente; el Premio de Artes Escénicas distinguió al equipo de Llum Trencada, de Iguana Teatre y con Pere Fullana al frente; el Premio Bonet de Sant Pere de Música a la mejor grabación musical fue para Bubotes Discos, de Joan Cabot, por el álbum Fútbol d’avantguarda, de Da Souza, y el Premio de investigación lo recibió Alejandro Valenzuela por Biodiversitat urbana: La gestió dels recursos animals en la Palma medieval.

Cerró el acto el alcalde, Antoni Noguera, que hizo hincapié en la importancia de difundir la riqueza creativa de la ciudad y poner en valor el potencial de Palma en el sector de la creación. La ceremonia que cada año festeja el día del patrón de Palma, Sant Sebastià, hizo gala de creatividad en la puesta en escena de los actores, así como de buena elección de la música y de sus intérpretes.

A continuación se inauguró en el Casal Solleric la exposición del Premi Antoni Gelabert.