Un momento de la actuación de Herbes Dolces. | P. Pellicer

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Sólo había un requisito: cantar en catalán sea cual fuera su origen natal. Y fueron muchos los que aceptaron esta invitación y se sumaron a una jornada reivindicativa en clave musical. El centro de Son Servera se convirtió ayer en el escenario de la Trobada de Músics per la Llengua que, en su undécima edición, demostró que la música en catalán ha arraigado fuerte y que hay un panorama muy prometedor. Estaban convocados casi una cuarentena de artistas y grupos.

En el ambiente se palpaba este orgullo sonoro que sienten y transmiten aquellos que aman su lengua y que lo cantan a los cuatro vientos. Llegó en forma de rock, de acústica, de jazz, música tradicional o también infantil. Una mezcla de estilos que convenció a los asistentes .

Fue un día de fiesta, un encuentro de los músicos de Mallorca, de las Islas y otros territorios de habla catalana con su público, en un macro-concierto reivindicativo. Fueron casi doce horas seguidas de música.

La cita era a partir de las 16.30 horas y se prolongó hasta bien entrada la madrugada. Las previsiones era que la música sonara hasta las 04.00 horas.

A primera hora de la tarde se empezaban a calentar motores. El concierto empezó tímidamente. Las dos primeras horas hubo poca animación. Por Son Servera pasaba la Volta a Mallorca y en la televisión daban el Barça. Pero poco a poco el panorama iba cambiando, y de noche, la plaza, punto neurálgico de la localidad, se iba llenando de gente de todas las edades para disfrutar de la música. Muchos aprovecharon para cenar en las terrazas de los bares con la música de fondo.

Había tres escenarios montados: dos en la Plaça de Sant Joan y otro en la Església Nova. Los asistentes iban de concierto en concierto para disfrutar del trabajo creativo de los artistas. Los grupos o artistas actuaron entre 20 y 30 minutos cada uno. La organización hizo un buen trabajo, ya que los horarios previstos se respetaron, al menos en las primeras horas.

Los asistentes se volcaron en las actuaciones. Había mucha variedad para elegir y voces muy conocidas como las de los Anegats, Oprimits, Tiu, Llunátiques, Katau o Herbes Dolces. Pero también subieron al escenario otros músicos menos conocidos que no quedaron atrás y ofrecieron un buen repertorio.

A lo largo del día pasó gente de todas las edades ya que el programa daba para mucho. Como nota curiosa, también se pudieron ver turistas que iban de paso pero se quedaron interesándose por el panorama musical.
Este encuentro anual se ha convertido en una cita ineludible para conocer la música que se hace en las Islas y sirve de plataforma a estos jóvenes que empiezan.

La trobada contó con el apoyo del Consell, del Govern y también del Ajuntament de Son Servera.