Bartomeu Cifre, Rafael Bosch, Josep Vicent, Isabel Cerdá, Ana María Rodríguez y Marcelino Minaya. | Eugenia Planas

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A pesar del frío y la lluvia, cientos de invitados llenaron el edificio de sa Llonja para celebrar el XXX aniversario del Estatut d’Autonomia y acompañar a los galardonados con las distinciones que les concedió el Govern balear o a sus familiares.

Antes de dar comienzo el acto institucional, José Ramón Bauzá se reunió en la Capella del Consolat con miembros de entidades galardonadas y profesionales de diversos ámbitos de la sociedad balear que iban a ser galardonados en el transcurso de un emotivo acto. Las Medalles d’Or de la Comunitat Autònoma fueron para  la empresaria y ex presidenta de la Federación Hotelera, Marilén Pol, a título póstumo; para el deportista Jorge Lorenzo y para la ONCE,  que recogió el presidente nacional de esta entidad, Miguel Carballeda. Por motivos profesionales, el motorista Jorge Lorenzo no pudo acudir al acto y estuvo representado por sus padres, María Guerrero y Chicho Lorenzo, a quienes se vio muy orgullosos del galardón otorgado a su hijo.

Aurelio Vázquez alzó los ojos al cielo cuando el público presente arrancó sinceros aplausos recordando las virtudes profesionales y humanas de su esposa Marilén Pol. Sus cuatro hijos acompañaron, emocionados, a su padre. Fue Miguel Carballeda quien habló en nombre de los premiados con la Medalla d’Or.

Por su parte, el padre Peter Llobell, director del Colegio Montesión, representó a los diez galardonados con los premios Ramón Llull. Tras el parlamento del president Bauzá, la Orquestra Simfònica de Balears ofreció un estupendo repertorio ejecutado con maestría a las órdenes de su nuevo director, Josep Vicent. Finalizada la ceremonia de entrega de premios y el concierto, se expresaron felicitaciones con abrazos sinceros.