Maria Gelabert, Llorenç Garrit y Marcos Torandell. | Jaime Verd - Esteban Mercer

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El pasado día 11 de enero, en realidad en la noche de ese día entre fiestas patronales, se inauguró la exposición del artista Llorenç Garrit en la prestigiosa galería Marimón, una de las más interesantes y atractivas, y activas de la ciudad, regentada por Biel Perelló. De esta colaboración entre artista y galerista nació la exposición Anhels d’una deessa menor, una propuesta que han calificado de pop filosófico debido a la combinación de su temática metafísica con su técnica inspirada en la disciplina de ilustración.

A la inauguración asistieron un gran número de personas, colapsando la entrada de la galería. Aún así, el público asistente pudo disfrutar tanto de la obra como del cordial recibimiento por parte de los anfitriones. Fue una noche con sorpresas, ya que una vez terminados los parlamentos de Perelló y Garrit, nos adentraron en un mundo onírico presentando unas obras hasta el momento escondidas que representaban la formación de la diosas ctónicas que en el resto de la obra solo eran una insinuación, a través de un juego de luces negras que nos sumergieron en un baño de psicodelia tan rápidamente que sorprendió a los asistentes.

La obra podrá ser visitada durante un mes y medio aproximadamente en la galería Marimón del Carrer Can Serinya, 5A, de Palma. No se lo pierdan si son apasionados del arte, pues se trata de una propuesta fresca, consciente e innovadora, arropada por un espacio inigualable que el día de la inauguración se llenó con la crème de la crème de la mejor sociedad de la Isla y la crème de la crème de la clase política en el poder o en la oposición.

No faltó la presidenta del Govern, Marga Prohens, algo fantástico, pues se posiciona con su presencia al lado de artistas y galeristas, y cerca del público que los jalea solo con su presencia. Los mallorquines hemos de aprender a apoyarnos sin disimulos, o nos comerán vivos.