Andrés de España, Kiko Vidal, Javi Pérez, Anna Pinecki, Rita Alcover y Lluch Deyá. | Esteban Mercer

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El Círculo Mallorquín compagina admirablemente su actividad sociocultural, como lugar de tertulias y de juegos «de respeto», que decían los primeros socios ya a mediados del siglo XIX, con presentaciones de libros, interesantes conferencias, jornadas culinarias con sus ya cinco peñas gastronómicas, y como lugar de fiestas y eventos pero también como centro de reunión y copas «tranquilas» de una juventud que disfruta, y no solo durante los fines de semana, de unas magníficas y privadas instalaciones en el mismo centro de Palma.

No cabe duda de que la Junta Directiva del Círculo ha conseguido la difícil labor de atraer a los jóvenes haciendo que estos, como miembros de la entidad, se sientan en el Círculo como en su propia casa, facilitando al mismo tiempo unas buenas y educadas relaciones sociales ampliando el abanico de amistades entre todos ellos. Prueba de lo dicho fue la gran noche de la llamada ‘Fiesta del Hijo del Socio’ que como cada año se celebra en Navidad y de la que disfrutaron unos 150 entre socios, hijos y nietos de socios y sus amigos invitados, en una gran noche que contó con una estupenda cena y la tradicional actuación de los muy grandes DJ Paco y Jaime Colombás, que animaron la noche hasta altas horas de la madrugada, gracias también a la buena predisposición de los muchos amigos del Círculo, como las propias hijas del presidente, Carmen y Lluch Deyá, precursoras de la primera fiesta juvenil que se organizó ya en el año 2015.

Alguna ya se ha casado desde entonces, y ha sido madre, pero no pierden las ganas de pasarlo bien con su grupo de amigos como Rita Alcover, Pinecki, Julia Valencia, Andrés de España, Gabriel Sagristá con su guapísima novia Ana Ferragut, los hermanos Juan, Carmen y Luisa Fuster, recién llegados de Sevilla, Teresa Silvestre, Cristina Garau, Paula Mir, Teresa Coll, Gonzalo Alcover, Coloma Grau, Francisco Vidal, Juan Giménez, Ana Mir, Alejandra Marqués, María Alcover, Jorge Peña, Pablo Casasnovas, Blanca Alemany, y muchos más, todas ellas muy elegantes, guapas y divertidas, como debe ser. Son los jóvenes sobre los que un día recaerá la responsabilidad de mantener vivo este ateneo social y cultural, que bebe de las fuentes clásicas para seguir siendo moderno. Y que sea por muchos años. Sigo, no sin antes dar las gracias por lo generosos que han sido siempre.