Germán Inostroza, Gregorio García-Solans, Jesús Castilla, Alvaro Fernández de Araoz, Manuel Puerta –el anfitrión en su palacio–, Irene Pérez, Juan Tapia, Rafael Herrera y Mauricio Acosta. | Esteban Mercer - E.M.

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Hoy nos vamos de viaje a Venecia, ni más ni menos, para celebrar con los Plessi el Año Nuevo más familiar de la historia. Me temo que nuestros amigos del mundo entero han pasado de pijamas y han optado por una manera mucho más elegante para salir del pesadísimo año que por fin hemos dejado atrás, que no olvidado, y entrar con gracia y salero en este 2021 que todos esperamos sea mejor. Por eso, nada mejor que conocer cómo se las han arreglado algunos de nuestros habituales para celebrar este último fin de año, y verán que pese a que son fórmulas distintas son todas muy apetecibles y están llenas de significado, quizás más que otros años en los que la vida parecía mucho más fácil que ahora.

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Venecia. Fabrizio y Carla Plessi, y sus hijos, Rocco y Maria Sole Plessi, organizaron una noche especial que además era también la de la despedida de su hijo primogénito, que regresaba al día siguiente a Inglaterra, donde estudia. Juntos los cuatro y muy elegantes fueron andando desde su palacio veneciano del centro hasta la Plaza de San Marcos, donde hasta hace pocos días se ha expuesto la instalación del maestro titulada Plessi Età dell’llOro, Natale Digitale, que llenó de luz dorada en forma de cascadas de oro una de las plazas más bellas del mundo. Además el artista fue el encargado de crear el árbol de Navidad que tradicionalmente da la bienvenida a los visitantes de la ciudad, situado entre las dos columnas que abren uno de los monumentos más visitados del mundo. Después regresaron a casa y brindaron por un año lleno de venturas rodeados de delicatessen propias de la época. El punto culminante de la fiesta de nuevo año en Venecia está marcado por los fuegos artificiales, disparados desde los barcos alineados frente a Plaza de San Marcos, con las luces reflejadas en las aguas de la laguna y en los ojos de las personas que han venido a admirarlos desde todo el mundo. Este año no, pero la alegría era la misma. Nos vamos a Sevilla.

Sevilla. La condesa de Albercón recibió a sus hijos y nietos en casa. Sonia de Valenzuela y Mercedes de Valenzuela pasaron las fiestas en compañía de su madre, sus hijos y sobrinos en la casa que su madre habita en Andalucía. Lo normal habría sido que todos lo hubieran pasado en Mallorca, pero este año de pandemia ha obligado a las familias a tomar precauciones. La fe y el buen humor han marcado unas fiesta en las que no han faltado los días de campo y los turrones y polvorones, aunque les resumo el menú que tomaron; consomé de pularda rellena de trufa acompañado de huevo hilado y turrones. Un aperitivo de quesos, gambón, jamón serrano y paté de pato. Por cierto, aprovecho para contarles un secreto, los tres hijos de Sonia, Mariano, Quique y Pedro de España, a los que ven en una foto preciosa, posaron para el gran José María Fayos para un retrato que los recordará para la posteridad de jóvenes y todavía solteros. Una forma de celebrar este tiempo de unidad familiar antes de que cada uno forme sus familias. Retratarse está de moda. Nunca ha dejado de estarlo, pero ahora resurge quizás porque valoramos más el talento y la fuerza que hay tras cada pincelada.

Marbella. Otra familia que nos encanta es la que forman sus altezas reales los condes de Eu, los príncipes François y Teresa de Orleans y sus hijos. La pareja, que vive todo el año en Palma, desde donde ejercen sus trabajos, a pesar de ser altezas reales y pertenecer a dos de las familias más importantes de la historia europea, son un ejemplo de unión familiar. Este año han tenido que desplazarse a Marbella, donde la princesa Beatriz de Orleans posee una casa y donde reúne a toda su familia, pues el buen tiempo está garantizado y es fácil reencontrarse con amigos. Antes François y Teresa nos dejaron esta imagen tan bonita tomada en su casa palmesana.

Palma. Otra familia maravillosa, los Viñals de Luna, la que me encontré en el Guindilla de Alberto Tous celebrando, en la calle y con un frío que pelaba, lo que está por venir. Lucas Viñals y Seti de Luna almorzaron con sus hijos Sety, Alejandra y Lucas. En una mesa cercana celebraba su vuelta a Mallorca tras un viaje a Galicia para celebrar la Navidad con su madre el abogado Jorge Sainz de Baranda. Fue un almuerzo de inicio de año maravilloso.

Casi tanto como la cena que celebraron en su casa el decorador Miquel Sagrera y el docente Julià Blanes. Se vistieron elegantes para la última cena del año, encargaron un menú de nochevieja a Macarena de Castro, que les cautivó, y cenaron en una mesa perfectamente dispuesta para dos. A las doce tomaron las uvas, como es tradición, y después felicitaron a sus amigos por teléfono, que es lo que hemos hecho muchos durante las fiestas.

En casa. En casa comenzamos el año recibiendo a cenar a nuestro amigo el arquitecto David Brouvie, con el que siempre es un placer coincidir. Esta primera cena del año sirvió para abrir la caja de chocolates creada por la Terremoto de Alcorcón que viene con música de El fary, Raphael o Rocío Jurado. Fue la que nos alegró la noche primera del año. La de fin de año la pasamos en la nueva casa de mi hermana Àngels Mercer en Jaume III, un desierto por cierto, y sin luces que la alegraran. Aun y así lo pasamos de lujo, lanzamos cohetes desde la azotea, brindamos por todos, los que están y los que no, y lo más divertido, nos vestimos de gala, pero de verdad. Nada de medias tintas. Brilli brilli por doquier. Seguimos las campanadas que dio Ana Obregón y nos emocionamos con ella. Hay que tener mucha clase para hacer lo que la presentadora y actriz hizo en la noche del 31.

En la finca. Que la situación en la que nos encontramos requiere de tan altas dosis de imaginación como de prudencia es evidente, pero al final se trata de no dejar de estar en contacto con quienes más nos importan y seguir celebrando sin dejar de lado las recomendaciones sanitarias, pero celebrando al fin y al cabo, que la vida sigue. Y así lo hicieron el grupo de amigas formado por Beatriz Juan de Sentmenat, Cecilia Santos, Evelyn Morell, Claudia Krekeler, Teresa Pla y Anuska Menéndez, que decidieron estrenar el año con glamour, risas y burbujas. Organizaron un día en la finca Bellagre, con comida en la impresionante terraza principal de la casa, que es un auténtico palco de primera fila desde el que se domina Palma y su preciosa bahía. Y es que hay que aferrarse a todo lo bueno que todavía tenemos porque, a pesar de todo, el sol sigue brillando. No faltó la música y una sobremesa que se alargó alrededor de la chimenea hasta casi el límite del toque de queda. Seis amigas en un día para el recuerdo porque ya dicen que lo que bien empieza... Otros que comenzaron muy unidos fueron Francina Galmés y su familia. El pequeño Nicolás Balaguer Galmés, hijo de Francina y Kiko Balaguer, es a sus dos añitos el rey de la casa, de momento. Una familia a la que adoramos siempre.

En Portals. Y las que también celebraron el inicio de año como toca fuero Paula Fuster Taronjí y sus amigas Dolores Roses, Andrea Ferrater y Concha Calvo que, siguiendo la tradición, almorzaron en Flanigan de Puerto Portals, que siempre es un buen lugar para comenzar el año con clase, glamour y gracia. Faltó Nina Iglesias, que está de viaje en Bali. Una que es valiente y no se arruga ante nada.

En Platja de Palma. Los que acabaron el año a lo grande fueron los amigos de Lucila Siquier, que se reunieron en dos mesas de seis en el conocido local de Bikkini Beach en Platja de Palma. Llevaron uvas y cotillón y, lo mejor, muchas ganas de pasarlo bien. Comieron diferentes platos de la carta, a cada cual mejor. El local estaba bien ambientado con música y con bastantes estufas de techo. ¡A las 17 horas se hicieron las uvas y celebraron un gran año por comenzar!

Evelyn Morell pasó la Nochevieja con sus hijos, y tampoco faltó el cotillón. La elegancia que imprime a todo esta mallorquina tan estupenda, que sirvió consomé, fiambre casero típico mallorquín (de gallina) hecho por ella, con huevo hilado, salmón ahumado escocés con pan alemán y su guarnición de cebollita y huevo duro picados y alcaparras, una buena bandeja de langostinos y, de postre, una tarta imperial que es un postre típico mallorquín que les hizo el Forn de la Soca. Se bebió vino y champán, pues el cava en esa casa no se consume.

El creador de Filmin, el mallorquín Jaume Ripoll y Lluís Garau recibieron a sus amigos en casa y nos dejaron una imagen que resume muchas noches de fin de año, al igual que la familia formada por Pedro Rotger y Malu Fonseca, elegantísimos siempre, que lo celebraron en familia pero a lo grande, o María Barceló, que triunfa en las redes sin utilizar el hecho de ser tía de Rafael Nadal y se vistió para la ocasión con un modelazo impactante, o la estupenda Leonor Belilty, siempre elegante, que no se quiso perder la exposición de las obras de Pep Girbent en nuestra casa de Palma que, por cierto, está siendo un éxito a todos los niveles. El cuadro recién llegado en el que el artista me retrata ya tiene dueño. Para mí no hay forma mejor de acabar el año que disfrutar del arte de un grande en casa y que mis amigos vengan también a disfrutarlo conmigo. Koko Quiroga, de Bulgari, y su marido, Franco Coetzee, y su hijo Luka celebraron las fiestas sin despegarse, felices y vestidos de colores cálidos, lentejuelas y mucho amor. Lo más necesario, aunque para elegancia, la del guapo Juan Tapia y sus amigos, que se desplazaron al precioso palacio López de Cogolludo, barroco y propiedad del gran Luis Puerta para celebrar un fin de año en una de las mesas más bonitas de España, esta vez en Tendilla. La más bonito, y lo que más deseo para todos, este año es que podamos movernos de un lado a otro con libertad. ¿Ustedes no?