DOBLE CRIMEN EN SA POBLA

Turno de última palabra de Ali Khouch: «Me siento destrozado por todo lo que he hecho»

El fiscal mantiene la primera petición en Mallorca de prisión permanente revisable para el acusado

El acusado, este lunes, en la última sesión del juicio con jurado en la Audiencia de Palma. | Guillermo Esteban

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Ali Khouch ha encarado la última sesión del juicio con jurado este lunes en la Audiencia de Palma como las cinco anteriores: cabizbajo. En el turno de la última palabra ha pedido disculpas a la magistrada presidenta del tribunal, a los jurados y a las partes. «Yo sabía que mi mujer estaba embarazada. Me siento destrozado por todo lo que he hecho», ha asegurado asistido por una intérprete de árabe.

El fiscal ha mantenido la petición de prisión permanente revisable para el hombre que mató a su mujer embarazada y a su hijo de siete años en sa Pobla. El acusado alegó en la primera jornada de la vista oral que había consumido drogas antes de cometer el doble crimen. El representante del Ministerio Público, sin embargo, considera que no hay ninguna prueba de que hubiera consumido drogas ese día. «Ser drogadicto no es un cheque en blanco para cometer delitos», ha afirmado.

«Los hechos objetivos que conocemos van totalmente en contra de la teoría de que hubiera consumido. Condujo de Palma a sa Pobla a las nueve de la noche ese día sin ningún tipo de accidente. Sabemos que a las diez de la noche habló con el padre de Warda. El señor dijo que no notó nada raro. Posteriormente, baja a Palma y vuelve a conducir el coche», ha añadido el fiscal Julio Cano, que ha descartado que hubiera pruebas suficientes para condenar al hombre por maltrato. «No podemos concretarlo».

Todos los testigos, según el representante del Ministerio Fiscal, declararon que sabían que algo pasaba y conocían algunos episodios puntuales. «Hay una sentencia de 2012 que condenó a Ali Khouch, pero han pasado más de 10 años y no la podemos tener en cuenta. En 2018 hubo otra sentencia que fue absolutoria porque Warda no quiso declarar».

El fiscal considera que el procesado colaboró con la Justicia porque al día siguiente mandó un mensaje a su cuñado para informarle que había matado a su hermana. «Entiendo que el hecho de decir que el cadáver de la madre estaba en el lugar, evidentemente, anticipa el descubrimiento de los cuerpos, pero muy importante no es. Hubiera sido cuestión de horas que los cadáveres se hubieran descubierto».

Ha añadido que la colaboración «no ha sido plena» porque «hasta hace unos minutos se ha negado que conociese la situación de embarazo. Ha reconocido lo mínimo imprescindible porque, claro, ya no había más remedio». Julio Cano ha asegurado que en la génesis de los asesinatos de Warda Ouchene y Mohamed Khouch «hay una situación de dominación» y que ante unos hechos «tan tremendos» las personas buscan algún tipo de explicación. «No hay ninguna justificación».

El abogado de la familia de las víctimas, Pablo Juanico, ha recordado que una de las forenses dijo que la muerte de Warda «fue agónica, lenta y con mucho padecimiento« y también manifestó que fue más fácil matar a Mohamed porque era «más débil». El letrado mantiene la acusación por el delito de maltrato habitual ya que «los efectos, el daño y el padecimiento de Warda se alargó durante años».

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«Son hechos que se producen en la clandestinidad del hogar y no tenemos una prueba directa. Ojalá una cámara que los hubiese grabado. El maltrato habitual no es solo pegar, se puede dar de muchas formas. El hermano de la víctima manifestó que Ali había bloqueado a algunos familiares. No es un golpe, pero eso duele».

El representante de la familia de los fallecidos ha descartado, también, que hubiera actuado drogado. El letrado de la Comunidad Autónoma, Aitor Duran, ha comentado que el acusado es una persona agresiva y que las víctimas «sufrieron y pagaron muy alto el precio por permanecer junto a él en un ambiente de total sumisión y temor».

Defensa

La defensa de Ali Khouch, ejercida por Miguel Ángel Ordinas, ha pedido al jurado que se olvide de la figura del abogado defensor de las películas americanas. «El papel del abogado defensor es analizar el caso, estudiar las pruebas y decidir cuál es la estrategia de defensa. Y discutir lo que se puede discutir. Yo les anticipé el primer día que el acusado iba a reconocer el hecho nuclear de este juicio, que es que había matado a su mujer y a su hijo».

El letrado ha insistido en que su cliente fue absuelto del presunto delito de maltrato habitual entre los años 2012 y 2018. «Ahora, después de declarar, nos hemos enterado de dos episodios nuevos. No hay prueba de ese maltrato previo al 16 de mayo de 2021». Ordinas ha apuntado que ya avisó a Ali Khouch «que iba a pasar muchos años en prisión y que le iban a condenar».

El abogado defensor, que reclama una condena de 12 años de cárcel para el acusado, se mostró sorprendido cuando vio que no había una analítica de sangre y de orina del día de los hechos. «Yo les puedo asegurar que me avergüenzo de no haber sido su abogado desde el minuto uno», ha afirmado. «La adicción a la droga está probada documentalmente por los ingresos hospitalarios. No tenemos la analítica del momento de los hechos, pero aunque la tuviéramos no podríamos determinar si fue anterior a las 23.00 horas del 16 de mayo o posterior».

El doble crimen ocurrió sobre las 23.00 horas del 16 de mayo de 2021 en un domicilio de tres plantas situado en la calle Santa Catalina Thomàs. El hombre, de 39 años y origen marroquí, mantuvo una discusión con su pareja, Warda Ouchene, de 28 años y la misma nacionalidad, que estaba embarazada de 21 semanas, y le propinó un fuerte golpe en la cabeza con un cincel.

A continuación, al ver que seguía con vida forcejeó con la víctima, la cogió del cuello y la estranguló hasta matarla. El acusado se dirigió a su hijo, de siete años, que había presenciado la agresión a su madre, y también lo asfixió hasta provocarle la muerte.

La Fiscalía, el abogado de la familia de las víctimas, Pablo Juanico, y el letrado de la Abogacía de la Comunidad Autónoma reclaman una condena de prisión permanente revisable para el acusado. Es la primera vez en la historia de Baleares que el Ministerio Público solicita esta pena a una persona.