En el vídeo que realizó la Guardia Civil se advierte el zulo de castigo que el detenido acondicionó en el espacio de un antiguo depósito de agua. | Guardia Civil

TW

Le temía a él y a todos los rincones de la finca en la que el explotador sexual de Algaida, mallorquín de 49 años, procedió a sus viles actos durante años; pero había uno en especial que el detenido utilizaba específicamente para 'castigar' e intimidar a la pequeña cuando ésta no cumplía sus deseos. Un rincón oscuro al que sólo se podía acceder desde un acceso secreto bajo las mesas de la sala-comedor del pederasta, finalmente ya detenido.

El zulo, de pequeñas dimensiones, se camuflaba tras una trampilla que siempre tenía trastos encima, además de una mesa y una silla que ocultaban su existencia. Un espacio estrecho, de unos cuatro metros cuadrados, al cuál se accedía mediante una escalera que el hombre tenía colocada para poder dejar en el minúsculo espacio inferior a la menor, de doce años de edad. La mantenía ahí, varios metros por debajo del suelo y sin ningún tipo de luz o respiradero, hasta que consideraba que la víctima había entendido lo que suponía negarse a sus perversiones. Según fuentes cercanas a la investigación, la pequeña sufría ataques de pánico cada vez que se encontraba en su interior.

La Guardia Civil localizó el agujero en el registro que llevó a cabo tras proceder, el pasado jueves, a la detención del hombre, acusado de un delito de trata de seres humanos con fines sexuales. El zulo había sido acondicionado por el mallorquín en el espacio que ocupaba antes un antiguo depósito de agua. En la finca, el detenido mantuvo a la menor bajo su control y la esclavizó sexualmente bajo amenaza desde que, en 2019, se la había llevado consigo.

La USECIC procedió a la detención del individuo

La mentira del filántropo

En el año 2015, el ahora detenido viajó a un país africano haciéndose pasar por alguien que deseaba hacer el bien por y para su comunidad, expresó sus intenciones de contraer matrimonio con una mujer para así «darle mejor vida a ella y a sus hijas en España», según reza el comunicado de la Benemérita. Al parecer, el hombre, que no tenía ningún tipo de antecedente policial, pretendía adoptar una niña allí pero no lo consiguió por complejidades de la burocracia; por ello, cambió entonces a la opción del matrimonio.

Logró lo que se proponía, se casó con una mujer de aquel continente y la trajo a ella y su hija a la isla. Al llegar a Mallorca en 2019, vivieron juntos un corto espacio de tiempo hasta que se separó, momento en el que el detenido buscó una vivienda a la mujer en uno de los municipios de la isla. La hija de ella, en cambio, se quedó con él en su propia finca. Nada hizo sospechar a la expareja que, confiando en la buena fe que mostraba el individuo, creyó que pedía la custodia de la niña en su casa para cuidarla mejor y tener así más opciones de traer a las demás hermanas desde África, según le expresó.

Noticias relacionadas

Desde 2019 a su detención en este 2024, el hombre abusó de forma repetida de la menor hasta el punto de convertirla en su esclava sexual. Al parecer, su padrastro grababa las violaciones y compartía aquel material pedófilo con otro pervertidos, en internet.

Pero nada más lejos de la realidad de la pequeña. La niña se encontró sola, bajo su sumisión y control en todo momento, lo que permitió al susodicho abusar sexualmente de ella y explotarla durante los cinco años en los que duró el infierno. De hecho, los agentes constataron que el hombre amenazaba a la niña con devolverla, a ella y a su madre, a su país de origen; por lo que la pequeña obedecía al sentir el miedo de defraudar a su familia y el peso de no poder dar un futuro mejor a sus hermanas.

Los agentes entraron en la vivienda y localizaron numeroso material pornográfico en el registro

El amor a sus hermanas

Aunque fue precisamente el sentimiento de protección hacia sus hermanas lo que ha permitido a la Guardia Civil proceder a la detención del mallorquín. Cuando la pequeña supo que su 'padrastro' estaba tramitando traer a sus hermanas, decidió confesar ante las Hermanas Oblatas, expertas en el trabajo con las mujeres más desfavorecidas. Tras la denuncia de las Hermanas a las fuerzas de seguridad, la unidad del EMUME (Equipo Mujer Menor) de la Guardia Civil comenzó a recopilar los datos necesarios y los efectivos de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) procedieron, el pasado miércoles, a la entrada en la finca para detener al sospechoso y registrar el domicilio.

En el mismo, los agentes localizaron numerosos discos duros y diversos dispositivos de almacenamiento informático que, según la investigación, apuntan que el detenido se dedicaba a distribuir pornografía infantil y a la producción de vídeos de ese tipo.

Una vez ya en las dependencias policiales, el juez de Instrucción número 8, que este jueves se encontraba en funciones de guardia, decretó el ingreso en prisión del sospechoso, que se negó a declarar. Se trata de uno de los casos más graves descubiertos en Mallorca.