Agentes de la Unidad Motorizada de la Policía Local de Palma. | J.A. RAMIREZ

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La falta de inversión en seguridad por parte de los diferentes ayuntamientos de la Isla es una realidad. En la última década, las policías locales de Mallorca han perdido un total de 745 agentes. En el año 2012, según consta en las diferentes memorias oficiales facilitadas por el Govern balear, las plantillas contaban con 2.016 efectivos que han ido cayendo de forma gradual hasta acabar con 1.786 agentes, en el año 2022.

Por su parte, ese importante descenso se ha visto agravado en la capital balear. El principal cuerpo de policía municipal de Balears pasó de tener una plantilla consolidada de 901 funcionarios activos a los 778 con los que cuenta en la actualidad.

Sin duda alguna, la falta de convocatorias, procesos selectivos, exceso de burocracia en la tramitación de plazas y, muy especialmente, la falta de voluntad política por parte de los equipos de gobierno municipales, ha hecho caer a mínimos históricos la presencia policial en los municipios de la Isla.

Media de edad

Sin embargo, la edad media de los funcionarios actuales en las diferentes plantillas y el nuevo plan de jubilación establecido que permite a los agentes jubilarse a los 59 años complica la situación. Desde la capital balear, el intendente jefe, Guillem Mascaró, recientemente dio la voz de alarma: «Tenemos calculado que en estos próximos ocho años se jubilarán cerca de 500 policías de los 788 actuales», concluyó. Este hecho sucederá de igual forma en el resto de los municipios de Mallorca.
En Palma, en el año 2012, con una población de 407.648 habitantes, el ratio de policía por cada 1.000 habitantes era de 2.1. Actualmente, con un crecimiento poblacional que llega a los 423.351 habitantes, el ratio es de 1.81.

Los expertos sostienen que el mayor problema es que los dirigentes políticos entienden la seguridad es un gasto y no una inversión. A consecuencia de las disminución de agentes, el número de hechos delictivos ha ido aumentando en la misma medida que se reducen los efectivos policiales.
En algunos municipios de la Isla, la Guardia Civil tiene que abarcar con sus insuficientes efectivos la falta de policías locales, especialmente, a partir de las 18 horas y las noches.

Jubilaciones

«Tenemos dos grandes problemas. Uno de ellos es el gran número de jubilaciones a las que debemos hacer frente en los próximos años. Y el segundo, es la gran dificultad que tenemos los responsables de las plantillas para poder hacer nombramientos de funcionarios interinos. Es decir, desde el Govern no quieren generar nuevas plazas si no van asociadas a procesos selectivos, pero en la actualidad el mercado policial está copado y no tenemos policías disponibles para cubrir las necesidades de los diferentes Ayuntamientos», comenta Sergi Torrandell, jefe de la Policía Local de Llucmajor y exdirector general de Interior del Govern balear.

Fuentes consultadas de prefecturas de referencia de las Balears, sostienen que la formación policial es costosa y precisa de tiempo. «Hay que realizar los diferentes procesos selectivos, opositar y realizar el curso básico de policía. Cuando acaban su formación en la academia, los nuevos alumnos deben pasar un periodo de un año de prácticas», concluyen.

De forma paralela, Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil también han visto decrecer sus efectivos. Son muchos los funcionarios que ante la dificultad de encontrar vivienda y los precios abusivos eligen otros destinos.

Por su parte, Palma ha puesto en marcha un ambicioso proyecto de futuro para revertir esta lamentable situación y dotar a la plantilla de nuevos agentes, equipación e incluso un cuartel central nuevo. El plan estratégico contempla la creación de más de 100 plazas de policía para el año 2024 y de 300 a la finalización del mandato (4 años). La puesta en marcha de la Escuela de Policía de Palma, vinculada y homologada por el Govern balear para reforzar la formación y facilitar el acceso a los nuevos agentes. Del mismo modo, ya se está trabajando en la valoración y análisis de toda la flota de vehículos y dotación policial para establecer sistemas de renting y adquisición de nueva flota de coches, motocicletas y furgones para las diferentes unidades.

Una de las novedades más importantes con la que ya se está trabajando es el proyecto de instalación de numerosas cámaras de vigilancia en las principales calles, plazas y puntos ‘calientes’ de la ciudad. El objetivo es muy claro, prevenir la delincuencia y utilizarlas como herramienta probatoria en supuestos delictivos. Del mismo modo, también se apostará por intensificar el trabajo conjunto con el resto de cuerpos policiales, especialmente con la Policía Nacional.

El alcalde de Palma, Jaime Martínez, ha puesto especial hincapié en dar un giro a la Policía Local durante la legislatura dotándola de los medios humanos y materiales necesarios para la consecución de los objetivos definidos del programa de Gobierno. Con este nuevo impulso, Palma se convertirá de nuevo en la principal policía de Balears.