Policía Nacional y Policía Local de Palma, durante el operativo contra la venta ambulante e inmigración ilegal. | R.S.

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La ofensiva policial contra la inmigración ilegal y la venta ambulante en las principales zonas turísticas de Palma se saldó con un total de seis personas detenidas, 40 identificadas, 22 actas de sanción y nueve denuncias contra la propiedad intelectual.

Esta actuación conjunta entre los agentes de la Policía Local de Palma y del Cuerpo Nacional de Policía está enmarcada en una estrategia diseñada para frenar la proliferación de vendedores ambulantes y la venta de falsificaciones, especialmente, a los turistas. Según fuentes próximas al Gobierno de Cort a las que ha tenido acceso Ultima Hora, no se trata de un hecho aislado. En los próximos meses está previsto que, todas las semanas de forma aleatoria, se practiquen operativos ‘focus’ conjuntos e individuales en las zonas calientes de la ciudad. Desde hacía unos meses, los comerciantes y vecinos venían alertando del descontrol y proliferación de venta ambulante. Por ese motivo, desde el Ayuntamiento de Palma decidieron activar un plan de contingencia con la finalidad de dar un golpe en la mesa y poner freno a esta situación.

Durante la intervención, concretamente en los momentos iniciales de entrada y cerco del perímetro de actuación de los vendedores, algunos de los mismos para intentar eludir ser interceptados por la policía, no dudaron en saltar muros de más de cuatro y cinco metros de altura. Aprovechando la gran sintonía entre ambos cuerpos policiales, agentes de la UCRIF (Unidad Central de Redes de Inmigración y Falsedades Documentales) de la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional fue la encargada de revisar toda la documentación de los vendedores, en su mayoría africanos. Se identificaron a más de 40 personas, de las cuales al menos seis de ellas fueron detenidas por un presunto delito contra la Ley de Extranjería y por encontrarse en situación irregular en el país.

A todos los arrestados se les imputa también un presunto delito contra la propiedad intelectual e industrial. Se trata de una usurpación de patente, usurpación de modelo o dibujo industrial, artístico o topografía, utilización de denominaciones de origen. Es decir, vender copias falsificadas de camisetas, carteras, gafas o bolsos de marca. Se trata de todo un asedio policial contra los infractores que fue muy bien valorado por los comerciantes y vecinos.