El acusado, este martes, en el juicio en la Audiencia de Palma. | GUILLERMO ESTEBAN

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«No actué por venganza. Yo trabajo con discapacitados y velo por su bienestar. Encuentro que lo que pasó no estuvo bien, no debería haber pasado. Él no debería haber accedido a ello. ¿Y quién dice que no lo ha llevado a cabo con alguien más? Por eso sigo aquí». Una joven de 21 años ha relatado en la Audiencia de Palma que realizó una felación a un educador cuando era menor de edad en un centro de acogida de Portocolom en el verano de 2018. La denunciante ha reconocido que fue consentido. «No creí que fuera a llegar tan lejos...». El fiscal reclama una condena de nueve años de cárcel para el acusado por un delito de abuso sexual y que indemnice a la víctima con 20.000 euros por los daños morales ocasionados.

El educador enjuiciado ha negado haber abusado de la chica cuando ella tenía 15 años. El acusado, que era el coordinador del centro, ha manifestado que no le realizó ninguna felación. «Es imposible, en ningún momento un coordinador o un educador está encerrado a solas con una menor en su habitación».

El hombre ha asegurado que la denunciante «era una menor problemática» y ha recordado que protagonizó un episodio de una contención física en la que participaron tres trabajadores porque rompió un cristal del centro. «Ella continuaba con amenazas diciendo que nos íbamos a acordar de esto, que lo íbamos a pagar». La adolescente, según ha contado el investigado, pegó un puñetazo al director y tiró por las escaleras a una educadora.

El hombre ha relatado que era la «más conflictiva del centro» y que «mentía para conseguir lo que ella quería». Además, ha añadido que «venía de una situación de prostitución y drogas en un piso». Sobre la denuncia, ha apuntado que «no es del agrado de nadie que por una mentira de una usuaria de un centro tener que llegar a todo esto».

-¿Por qué cree que le ha denunciado?- ha preguntado el fiscal.

-Yo no estoy en su cabeza, pero puede ser que me haya denunciado por venganza o porque era una persona mentalmente inestable y por eso ha montado todo esto-ha respondido el educador.

El abogado defensor del acusado ha solicitado que su cliente declare en último lugar en el juicio, pero la presidenta del tribunal de la Sección Segunda lo ha rechazado: «No establece ningún fundamento de por qué debemos alterar el orden de la práctica de la prueba».

La denunciante ha explicado que tenía una relación «correcta» con el coordinador y ha reconocido que hubo episodios en los que tuvieron que contenerla físicamente por su comportamiento problemático. La joven, que estuvo alojada en una habitación junto al despacho del director del centro de acogida, ha recordado los abusos que sufrió por parte del coordinador. «Yo estaba realizando una llamada en mi cuarto con mi madre, que tenía que ser supervisada por un educador, y en ese momento estaba él».

-¿Qué sucede?-ha preguntado el fiscal.

-Me senté en la cama y me puse a cuatro patas. Él estaba de pie, se desabrochó el pantalón y le hice una felación. Él permaneció en la habitación, me dijo que [la denunciante hace el gesto de guardar silencio] y se fue.

La joven ha insistido en que fue consensuado. «Yo sé que era educador y que era más mayor que yo. Fue algo mutuo, no fui forzada en ningún momento, no me sentí abusada». El acusado abandonó el centro y cambió de ciudad a raíz de estos hechos y la denunciante, tiempo después, confesó lo sucedido a un educador de otro centro de menores. La Sala ha reproducido el audio que le envió contándole que realizó una felación al encausado.