Edwin López, en el centro de la imagen y con camisa azul, con toda su familia. | Redacción Sucesos

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Una historia enrevesada, llena de incógnitas y que tiene en vilo a la familia de Edwin López, un colombiano residente en Palma que hace casi un año desapareció y sigue sin dar señales de vida. Sin embargo, su hermano Aníbal no pierde la fe. «Creo que sigue vivo, tengo la convicción de Dios de que está en algún punto de Jaén, perdido y asustado», confiesa Aníbal a Ultima Hora.

El 31 de marzo de 2023 fue la última vez en la que Edwin y Aníbal hablaron. Unas desavenencias con su jefe en Jaén, a donde fueron a realizar una mudanza, fue el desencadenante que preocupó a toda la familia. «Nos dijo que había tenido una discusión fuerte con su patrón y que le había obligado a dormir en la parte de atrás de una furgoneta», comenta. Asimismo, Edwin llevaba un tiempo sufriendo varios despistes y episodios extraños que habían alertado tanto a su esposa como a su hermano. «Estaba pendiente de unos exámenes médicos, pero todo hace indicar de que tenía una enfermedad mental relacionada con el Alzhéimer», afirma Aníbal.

Tras unos días sin saber nada de él, otro de sus hermanos se puso en contacto con su jefe, pero resultó ser que ya no estaban juntos. «Cuando empezamos a sospechar de que algo no iba bien, Milton llamó a su jefe y estaba ya en Valencia y nos dijo que hacía días que no le veía porque se lo había llevado la policía», asegura. «Al parecer, cuando se despertó en el interior de la furgoneta, se asustó y empezó a dar patadas y al patrón no se le ocurrió otra cosa que llamar a la policía sabiendo que mi hermano estaba enfermo», destaca.

Tras conocer lo sucedido, toda su familia cogió varios billetes de avión para ir hasta Jaén a buscar al desaparecido. «Cuando llegamos allí nos dijeron que lo habían llevado a un centro de salud y lo dejaron salir». En ese momento se le perdió la pista. Tan sólo encontraron su maletín en unas vías de tren. «Creemos que está perdido y desorientado, no debe saber ni quién es, pero seguro que está vivo», finaliza manteniendo intacta su fe.