El acusado compareció esta semana en los juzgados de Via Alemania para ser juzgado. Asumió la condena y, de forma inmediata quedó en libertad y dejó la Isla, al menos durante los próximos cinco años. | Alejandro Sepúlveda -

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Cinco años sin pisar Mallorca. El culturista conocido como ‘Hulk ha aceptado esta condición a cambio de aminorar un posible condena en prisión por tres delitos de maltrato y amenazas a su exnovia. En el juicio que se celebró esta semana en Palma asumió una condena de dos años de cárcel, que será suspendida pero, a la vez la obligación de salir de manera inmediata de la Isla y no poder regresar en cinco años. De hecho, el mismo día en el que firmó la conformidad, el juzgado ordenó su puesta en libertad y ya tenía un billete de avión para salir de la Isla y no regresar a corto plazo. Además, durante un plazo de quince años no podrá acercarse ni comunicarse con la víctima.

El acuerdo entre la defensa, la Fiscalía y la acusación particular, reconoce a Hulk dos atenuantes: una por grave adicción a las drogas y otra por alteración psíquica. Con ambos, la defensa consigue rebajar la petición inicial de la Fiscalía, que era de cuatro años de cárcel a dos y poder suspender el ingreso en prisión. El culturista acusado ha pasado en prisión preventiva medio año, desde que fue detenido en octubre. La condena también incluye setenta días de trabajos en beneficio a la comunidad.
El acusado ratificó el acuerdo esta semana en un juzgado de lo Penal de Palma. Reconoce que durante meses acosó y atacó en varias ocasiones a su expareja y que llegó a entrar en su domicilio sin permiso para destrozarle el mobiliario.

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El episodio de mayor gravedad ocurrió en julio de 2023. La víctima había acudido a la fiesta de cumpleaños de una amiga en un 'beach club' de Palma. El acusado apareció por sorpresa. Al acabar la fiesta fue a casa de la mujer y entró en la vivienda tras saltar un muro y forzar una persiana. La llevó por la fuerza al interior de su coche y la tuvo durante horas retenida en un descampado.

De forma habitual la zarandeaba y estos actos de violencia física estaban acompañados de un acoso continuo a través de llamadas de teléfono y mensajes de whatsaApp: «Te voy a matar, cógeme el teléfono que te voy a matar. Como te vea con otro os mato a los dos, tú del hoyo no vas a salir».

En otro episodio de amenazas, el acusado envió a su expareja una fotografía en la que sostenía una navaja en la mano: «Con esto te abro siete huecos en los riñones». En concreto el acusado admite tres delitos diferentes: dos de malos tratos y un tercero de amenazas. Por cada uno de ellos suma cinco años de prohibición para comunicarse a la víctima y de acercarse a menos de 500 metros de ella.

Este era el procedimiento judicial más grave que afrontaba el culturista que suma otras causas por comportamiento violento aún pendientes de llegar a juicio. En una de ellas se le acusa de provocar daños en un supermercado y en el hospital de Son Llàtzer.