Juan Antonio Serra Ferrer, exgerente del Govern, durante una reunión de trabajo | R.S.

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La Policía Nacional muestra su asombro, sorpresa y rechazo a las alegaciones presentadas por Juan Antonio Serra Ferrer, el exalto cargo del Govern acusado de abusos sexuales, atentado y lesiones. Ante la noticia adelantada en primicia por Ultima Hora, representantes policiales han emitido un duro comunicado contra el expolítico y profesor apartado de la UIB.

«Desde el Sindicato Unificado de Policía siempre estaremos del lado de los policías. En este caso es evidente que las lesiones que sufrió el oficial no se produjeron solas, sino en el curso de una actuación policial por un delito grave. Negar hechos que han sido corroborado por múltiples testigos demuestra que el acusado no ha aprendido la lección. Agredir a los funcionarios policiales no sale gratis, sea quien sea el agresor y con independencia de su estatus público. Respetando la presunción de inocencia, será en el juzgado donde se demostrará quien está en el lado incorrecto de la Ley», señalan desde el sindicato mayoritario policial.

«En este sentido, el SUP continuará con la defensa de los intereses de nuestros funcionarios, representados por el prestigioso abogado penalista Eduardo Luna, del despacho Equare Abogados para exigir la máxima condena penal y civil, tal y como llevamos haciendo desde hace más de 4 años», concluye Manuel Pavón, portavoz del sindicato.

Serra Ferrer se defiende

Juan Antonio Serra Ferrer, el exgerente del Govern balear acusado de abusos sexual a una desconocida en un restaurante de Palma y de agredir a un agente de la Policía Nacional, se defiende. El escándalo generó una oleada de críticas y puso contra las cuerdas al vicepresidente y amigo personal del acusado, Antoni Costa. Ahora, la defensa del expolítico y profesor de la UIB sostiene que iba borracho y que tenía anuladas sus facultades. El acusado fue destituido de su cargo público después de que trascendiera su imputación.

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En el citado escrito, al que ha tenido acceso Ultima Hora, el letrado del acusado sostiene que «en ningún caso actuó con ánimo libidinoso, ni existió acometimiento ni resistencia contra los agentes de la autoridad», asegura en su informe. El letrado justifica la acción violenta de su defendido alegando que: «El día de los hechos mi patrocinado había consumido bebidas alcohólicas que anulaban sus facultades intelectivas y volitivas», concluye.

Lo más llamativo del caso es que el acusado niega por completo los abusos sexuales y la agresión al policía nacional que le provocó graves lesiones. La versión del docente difiere mucho de la aportada por la víctima y el atestado policial. Los hechos tuvieron lugar el 28 de mayo de 2022, sobre las 00:20 horas, en el restaurante Los Rafaeles. En el interior del mismo, los integrantes de una familia y sus amigos se encontraban cenando y de celebración.

En un momento dado, un hombre ajeno al grupo se acercó a una chica y situó su cadera justo en la espalda de la joven bailando y realizando movimientos sensuales. El padre de la chica se percató de esa situación y se entrometió entre ambos para evitar incidentes. Fue el primer aviso del ahora detenido, que al parecer iba muy descontrolado. Minutos más tarde, el sospechoso volvió a la carga. En esta ocasión, se acercó a una de las mujeres que estaba hablando con sus amigos cuando, de forma sorpresiva, la sujetó con fuerza por la cabeza e intentó besarla. La mujer opuso resistencia e intento separarse, sin embargo, él consiguió su objetivo y la besó en contra de su voluntad.

En ese instante, varios de los presentes llamaron a la Policía Nacional y relataron lo ocurrido. Cuando el directivo y docente se percató de que había personas llamando a la policía, abandonó el local de forma apresurada. Una patrulla próxima al lugar acudió al restaurante y se entrevistó con las víctimas. Poco después y en las inmediaciones del local fue localizado el agresor. Cuando los agentes le solicitaron que se detuviera, el acusado se giró y se abalanzó sobre los policías propinando un fuerte puñetazo en el rostro a uno de los oficiales.