Juan Matías Salom, fotografiado en su finca, situada a las afueras de Campos. | ALEX SEPULVEDA

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Juan Matías Salom Vidal fue detenido en Campos en el año 2019 por tener una plantación de marihuana en su casa de campo, ubicada a las afueras del municipio. «Me han absuelto de tener una plantación en mi casa porque he demostrado que era para consumo propio», apunta el exculpado.
Tras cuatro años de proceso judicial, según recoge la sentencia, ha sido absuelto por un error en la cadena de custodia.

«No consta en el atestado el peso de las once plantas que se efectuó por los agentes que realizaron la intervención de las mismas». Para él no tenía más recorrido, ya que sigue manteniendo que «tan solo tenía plantas para el consumo propio, ni traficaba ni nada por el estilo. Yo lo hacía para no tener que comprar al camello que tengo a 200 metros de mi casa y que tiene, como mínimo, 200 plantas», señala Salom.

Ubicación

El joven, de 31 años, estaba en el punto de mira de los investigadores de la Guardia Civil tras recibir diversas informaciones de una finca que tenía una plantación en la parte trasera del terreno. Sin embargo, Salom insiste en que «no había ni cogollos, tan sólo la hoja. Soy el cabeza de turco porque tenían que obtener resultados sí o sí en relación al tráfico de drogas en el municipio». De hecho, Juan Matías acusa a uno de sus vecinos como el chivato de la existencia de estas plantas. «Siempre ha querido nuestra finca y supongo que vio una manera de conseguirla, pero al final ha quedado retratado».

Según constan en los hechos probados de la sentencia, se incautaron un total de 11 plantas de marihuana que tras ser analizadas resultaron ser cannabis sativa con un peso de 2.125 gramos y un valor de 11.560 euros. Ante este informe, la defensa afirmó que había diferencias entre lo incautado y lo reflejado en la documentación. «Como bien confirmó mi abogado, no había ni material, solo las hojas y que no estaba preparado ni para consumir o vender. Era absurdo condenar a alguien por estas cantidades tan ridículas», concluye Salom.

El sospechoso, defendido por el letrado Gaspar Oliver, quedó absuelto tras el juicio celebrado semanas atrás en una sala del juzgado de lo Penal número 6 de Palma. La Fiscalía solicitaba para el hombre una condena de dos años de cárcel y una multa de 20.000 euros.