Los dos procesados, en octubre de 2021, en el juicio celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma. | Jaume Morey

TW
61

El Tribunal Superior de Justicia de les Illes Balears (TSJIB) ha rebajado de 27 años a 11 -cinco y medio para ambos- la pena para los dos jóvenes condenados por violar a una chica en un descampado de Génova, en Palma, en junio de 2016. La Sala de lo Civil y lo Penal ha estimado del recurso presentado por la defensa de los acusados, Gaspar Oliver y Antonio Serra, y aprecia la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas. Desde la primera declaración de uno de los investigados hasta conocer el fallo pasaron casi siete años.

La Audiencia de Palma condenó a principios del año pasado a los agresores a 13 años y medio de cárcel a cada uno y a que indemnizaran a la víctima con 50.250 euros por daños morales y lesiones, dicha cantidad se mantiene inamovible. Asimismo no podrán ni comunicarse con la víctima ni acercarse a ella a menos de 500 metros durante los próximos 15 años.

La sentencia consideró probado que fueron tres los que participaron en la violación: los dos procesados y un tercer individuo que no pudo ser identificado. Todos ellos salieron de un bar de copas del Marítimo y se ofrecieron a llevar en coche a dos jóvenes que acababan de conocer para dejarlas en sus domicilios. Las chicas accedieron y una de ellas se quedó dormida nada más entrar en el vehículo. El conductor cambió de dirección y en la rotonda del Camí de Génova se dirigió hacia un camino de tierra, donde se produjo la agresión sexual. La joven tuvo miedo pero, según recogió la sentencia, «pensó que era mejor no ir de víctima para que no le pegaran. Tampoco les gritó, sólo dijo que no antes de que le tocaran y después ya no dijo absolutamente nada».

El fallo añadió que «cuando le mandaron bajarse los pantalones se quedó en blanco y con miedo a que le hicieran algo peor. De hecho, mientras la penetraban manifestó que no miró a la cara a ninguno, que sólo podía mirar al volante. No opuso resistencia porque después de escuchar a uno de los acusados decirle o tu amiga o tú, sabía que iba a pasar sí o sí. Se sentía amenazada y coaccionada».