Agentes de la Policía Nacional frente al prostíbulo ubicado en la calle Bisbe Cabanellas de Palma. | Alejandro Sepúlveda -

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En el club de alterne de la calle Bisbe Cabanellas, los policías también localizaron un palé de cajas de preservativos empaquetadas y listas para su uso. Este hallazgo ratifica todas las sospechas policiales sobre la gran actividad sexual que prestaban las mujeres durante sus maratonianas jornadas laborales. Según fuentes próximas al caso a las que ha tenido acceso Ultima Hora todo apunta a que la investigación arrancó en la capital balear a través de una inspección rutinaria a cargo de los agentes de la UCRIF.

Los funcionarios detectaron algunas alteraciones en la documentación de varias de las mujeres y decidieron estirar del hilo. No tardaron en darse cuenta de la gravedad de los hechos destapando una de las mayores redes de explotación sexual asiática afincada en Mallorca. Del mismo modo, también detectaron ramificaciones de esta operación en la capital de España y en otros puntos del territorio nacional. Por ese motivo, se incluyó en la coordinación de la operación a los agentes de la Comisaría General de Madrid. Por el momento, el número de detenidos es de catorce, pero irá aumentando a medida que avancen las investigaciones.

La organización criminal está afincada en Palma y tenía en activo varios clubes de alterne. Todos ellos, contaban con una gran afluencia de clientes, especialmente por dos motivos. El primero de ellos, el perfil de mujeres que todas ellas eran asiáticas generando un fetichismo muy demandado en nuestra comunidad. Y el segundo, las tarifas muy bajas. Los centenares de clientes que acudían a los locales para mantener sexo de pago con mujeres orientales eran grabados.

Las mujeres que eran explotadas sexualmente en una planta baja situada en la calle Bibe Cabanelles se anunciaban a través de diversas páginas webs y ofrecían tarifas low cost. Las prostitutas publicaban fotografías falsas para evitar ser identificadas y acompañaban las imágenes con una descripción detallada de los servicios que ofrecían: «Masajes eróticos, besos con lengua, beso negro, francés natural hasta el final, duplex, tríos, griego, garganta profunda, lluvia dorada, 69».
La operación policial, que sigue abierta y bajo secreto de actuaciones judiciales. A los acusados se les imputa el delito de explotación sexual y el de organización criminal.