Un vecino grabó la persecución en la calle General Ricardo Ortega. | R.S.

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Conducía borracho, sin una rueda que probablemente había perdido en un accidente poco antes, y escapando de la policía. Su temeraria ruta por Palma pudo terminar en tragedia pero afortunadamente acabó con este conductor, un hombre de 34 años, detenido. La Policía Local de Palma le imputa varios delitos graves.

Los hechos ocurrieron este martes de madrugada, sobre las 02.30 horas, cuando una patrulla de la Policía Local fue alertada de que un vehículo circulaba con graves deficiencias en rueda por la calle Aragón, dirección Plaza España. Rápidamente los agentes municipales lograron localizar el coche en cuestión y procedieron a darle el alto. Empezaba aquí una larga y peligrosa persecución. Lejos de detenerse, el conductor aceleró la marcha ante la presencia policial. En un primer momento consiguió sorprender a los agentes que le perdieron de vista pero rápidamente fue de nuevo interceptado en las Avenidas. La persecución policial transcurrió hacia la calle Joan Maragall, cerca del Palacio de Congresos, luego volvió a adentrarse en Palma hasta la avenida de México para finalmente dirigirse a la zona de Son Gotleu y el Rafal. Por el camino el conductor no dudo en saltarse algunos semáforos en rojo.

Finalmente las patrullas de la Policía Local lograron frenar el vehículo poco después de pasar por la calle General Ricardo Ortega, donde un vecino grabó parte de la persecución desde su balcón. El hombre, que presentaba evidentes síntomas de embriaguez, accedió a someterse una primera prueba de alcoholemia arrojando un resultado positivo de 0,98 mg/l. Al ver el resultado, decidió cambiar de opinión y no quiso someterse a la segunda y definitiva prueba por lo que la policía le imputó un delito de negativa a la prueba de alcohol. Fue detenido ya que además de esta primera imputación también está acusado de un delito de desobediencia grave y otro delito de conducción temeraria con resultado de accidente.